Empezar la casa por el tejado

¡EMPEZAR la casa por el tejado! ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? Y cada vez que la escuchamos, claramente la asociamos con algo que se está haciendo, irreflexivamente, sin planificación, sin orden ni concierto. Pues bien, la campaña iniciada por este Ayuntamiento de León contra los vehículos de dos ruedas quizá bien pudiera encuadrarse dentro de lo descrito en el párrafo anterior. Con esto no quiero decir que estos vehículos circulen libremente por las aceras, o aparquen como les venga en gana impidiendo u obstaculizando el paso de personas o de otros vehículos, pues en estos casos sin duda deben prevalecer los derechos del peatón, pero otra cosa es actuar como un elefante en una cacharrería. Soy de la opinión que el primer paso debería haber empezado por concienciar a algunos conductores de que las aceras, los pasos de peatones y las direcciones prohibidas no son zonas por donde deban circular, labor que entiendo ardua puesto que, sobre todo en bicis y motos de pequeña cilindrada, ha existido una notable permisividad durante años y años. El segundo paso debería ir unido al primero y consistiría en crear plazas de aparcamiento suficientes, tanto para bicicletas como para motocicletas. Pues bien, nadie sabe qué bicho ha picado, pero de repente, como si de un sarpullido que produjera tal desazón que no admitiera el mas mínimo tipo de demora se tratara, es decir sin concienciación, sin preavisos, y lo que es peor, sin suficiente justificación a mi entender para León que tiene un parque de vehículos de dos ruedas irrisorio, salvo quizás la recaudatoria. la corporación municipal lanza a la Policía Municipal a una caza de brujas -léase bicicletas y motocicletas- creando, entre los hasta ahora confiados conductores, un sentimiento de persecución y rechazo. ¿Acaso tienen los conductores de estos vehículos la culpa de que en esta ciudad no exista ningún tipo de aparcamiento para bicicletas? ¿Tienen los conductores la culpa de que los aparcamientos para motos sean prácticamente inexistentes? ¿Dónde quieren los integrantes de esta corporación municipal que aparquemos? Porque si no es en las aceras y plazas sólo quedan los aparcamientos de los coches, que ya hace mucho tiempo que son insuficientes. Hay que empezar por los cimientos y no por el tejado: háganse primero aparcamientos y luego exíjase el cumplimiento estricto de las normas. Mientras tanto, y hasta que se ofrezca una buena solución, en algún sitio tendremos que aparcar, eso sí, con civismo para no entorpecer, ni molestar al peatón. Nosotros los conductores también somos peatones y salvo excepciones, que sin duda deben ser corregidas, actuamos con responsabilidad. En medio mundo se están promocionando los vehículos de dos ruedas como una de las medidas más importantes para hacer más fluido el tráfico de las ciudades, aquí da la impresión de todo lo contrario. León cuenta con un reducidísimo número de bicis y motos que salen a la luz los pocos meses que disfrutamos de buen tiempo, y que quedan encerradas en los garajes durante el largo invierno, pues bien, núcleos de población mucho mas importantes, con un clima que propicia la multiplicación de vehículos de dos ruedas, ante la imposibilidad de dar una solución total al problema han optado por convivir de forma ordenada con este fenómeno, Palma de Mallorca, Valencia, Sevilla y un largo etcétera. Los conductores pagamos nuestros impuestos de circulación, nada baratos por cierto, para poder circular y tener sitio donde aparcar, entonces porque dedicarse a poner multas a diestro y siniestro llegando incluso al extremo de utilizar la grúa municipal sin antes dar una solución al problema? Rectificar es de sabios, no nos hagan pensar mal. ¡Felices fiestas!