AQUÍ Y AHORA
Reflexionar y hablar
CERRÓ esta semana la Comisión parlamentaria que ha investigado el 11-M y cerró en falso. Ni el Partido Popular ni los socialistas han sido capaces de renunciar a sus lentes partidistas. Los historiadores, en el futuro, van a tener dificultades para establecer el epígrafe definitivo en relación a lo acontecido en la amarga mañana del 11 de marzo del año 2004. Todos vimos aquel día la televisión, todos escuchamos la radio, y tengo para mí que todos estuvimos en aquellas manifestaciones que sacaron a España entera y a la inmensa mayoría de los ciudadanos a la calle para repudiar a los miserables que habían perpetrado la matanza. Está claro que la política no tiene entrañas -sólo intereses- y por eso los dirigentes de los dos grandes partidos nacionales no han sabido estar a la altura de las circunstancias. La memoria de las víctimas, el recuerdo a las 192 vidas arrebatadas por los terroristas reclamaba estar por encima de la conveniencia partidista. Claro que cuando he visto estos días en El Escorial cómo las propias víctimas se daban la espalda, cómo el señor Alcaraz evitaba a la señora Manjón y esta parecía no verle a él, he sentido pena. Pena de esta última victoria de los terroristas. Porque victoria es que además de arrebatar la vida a dos centenares de personas, hayan sido capaces de inocular la semilla de la discordia entre los familiares de las víctimas. Quienes promueven estas cosas deberían reflexionar. Creo que el señor Rodríguez Zapatero no debería aplazar mucho una entrevista larga, seria y a solas con el señor Rajoy.