TRIBUNA
Mario Amilivia y sus medallas
NUNCA PENSÉ que usted, señor alcalde, fuese capaz de tergiversar la realidad hasta el punto en que lo está haciendo con el homenaje previsto para el pasado día 24 de Junio a los ex concejales y ex alcaldes de nuestra ciudad. Y digo esto porque usted se ha empeñado en cambiar lo que son hechos objetivos y con respaldo documental, y está intentando por todos los medios entrar en una ceremonia de la confusión encaminada a que, con el revuelo, pase desapercibido lo que considero uno de los hechos más graves acaecidos en el Ayuntamiento de León en los últimos años: usted se ha gastado una cantidad cercana a los cinco millones de las antiguas pesetas en un acto para el cual sabía, desde el pasado día 21 de abril, que no contaba con los votos necesarios para su aprobación. El relato cronológico de lo sucedido se resume de la siguiente manera: 1.-El 14 de abril usted firma un decreto en virtud del cual se inicia el expediente de homenaje. 2.-El 21 de abril, aparece publicado en todos los medios de comunicación de nuestra ciudad la noticia de que los Concejales del PSOE van a votar en contra de dicho acto. 3.- Pese a ello, y ya sabiendo que no contaba en ningún caso con los 18 votos necesarios para llevar adelante el homenaje, el 13 de mayo la junta de gobierno aprueba la compra de 131 medallas de plata a razón de 131 euros cada una, así como de seis bastones de mando a razón de 870 euros cada uno. 4.-El día 9 de junio, en junta de gobierno, se acuerda la compra de 131 pergaminos para el mismo acto, por un total de 5.220 euros. En ningún momento, hasta aquí, usted se dignó a rebajarse a hablar con los portavoces de la oposición sobre el cómo o el cuándo; incluso, el mismo día 21, cuando le preguntan sobre su opinión en cuanto al voto negativo anunciado por el Partido Socialista, usted dice literalmente que su posible ausencia «me trae sin cuidado». ¿Cómo pudo tener la desfachatez de continuar adelante a pesar de ello? ¿Cómo pudo gastarse cinco millones de pesetas del dinero de todos los leoneses para nada? ¿Va a devolverlo de su bolsillo? ¿Qué va a hacer con las 131 medallas, 131 pergaminos y seis bastones de mando? ¿Un museo? Estos son los hechos y no otros. Usted decidió hacer el homenaje, usted decidió cómo hacerlo y usted decidió cuándo hacerlo. Sólo usted, sin contar con nadie. Tal vez es que usted, señor alcalde, convencido como está de ser un político de altísimo nivel, ha decidido innovar ciertos conceptos de derecho político, como es el consenso. Usted ha decidido crear un nuevo concepto del consenso que quizás espera sea conocido como el consenso Amilivia, basado en que usted hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere, y el consenso consiste en que los demás le votemos a favor. Si no lo hacemos, es que «no tenemos altura de miras, y tenemos doble moral», y todo con una terrible consecuencia: se ha producido un gasto de casi cinco millones de pesetas para nada. Además, en vez de reconocer sus errores, y pedir perdón a los ciudadanos, encima se despacha usted con una nota de prensa remitida el día 21 de junio, que los ciudadanos desgraciadamente no conocen en su integridad en la que, sin dar la cara, y escondiéndose bajo la firma de «Gabinete de Comunicación» se dedica a faltarme al respeto de una forma que considero injustificable. En la citada nota me califica, entre otras cosas, de ruin, mezquino y de traidor a mi número uno. Lo de ruin y mezquino no me digno ni siquiera en contestarlo, creo que califica por sí sólo al autor de la nota, pero sí que me ha llamado la atención que para criticar mi voto en contra al homenaje usted me critique en relación con el que fue mi número uno. No alcanzo a ver la relación, pero sí quiero decirle que esa persona ya no es «mi número uno» como usted dice, sino su número uno, puesto que usted ha pasado de odiarle a ser su primer admirador, y no sólo eso, sino que, incluso, y por lo que veo, ahora se dedica a hacerle el trabajo sucio, cosa que no entiendo porque, sinceramente, su número uno para mí tiene muchos defectos pero, desde luego, entre ellos no está el de no saber defenderse por sí mismo. Y para terminar, decirle que usted, en el pleno del pasado día 20 de junio, dijo que su cariño por mí le impedía decirme todo lo que pensaba, eso antes de hacer comentarios sobre mi persona totalmente fuera de lugar y sin relación ninguna con el manido homenaje; pues bien, por mi parte, le eximo de ese freno que su cariño por mí le provoca, porque como siga diciendo las cosas que últimamente está diciendo, está haciéndome un gran favor a mi persona y a mi partido. Sólo espero que el Partido Popular cometa el error de consentir que sea usted quien encabece por enésima vez la lista de su partido al Ayuntamiento de León: esa será la mayor garantía de incremento de vo tos para la UPL.