POR LA AMURA
Alexandre de Mónaco
CUANDO TODAVÍA huele en el ambiente la pólvora que su graciosa majestad quemó en los fastos por el aniversario de la batalla de Trafalgar, los ingleses nos han vuelto a zurrar a franceses y españoles, esta vez en Singapur y en la pugna por albergar los Juegos Olímpicos del 2012. Pues ellos se lo pierden, porque los atletas van a tener que ir comidos de casa y poner cuidado para que no les atropelle un autobús, que en Londres llegan por la derecha, a traición. Nos quedamos con lo positivo, que fue esa foto tan bonita de Espe Aguirre y Gallardón juntitos y sonrientes; bueno, con Zapatero en medio -por si acaso- y ellos dos uniformados con sus chaquetas azules y sus corbatas a listones, que parecía la orla del Colegio Peñacorada. Y aunque la suerte ya estaría echada para entonces, lo que sentó como una patada es la preguntita de Alberto de Mónaco para sembrar dudas sobre la seguridad en España ante hipotéticos atentados terroristas. Estaba cantado que alguien iba a llegar con el tópico, pero que seas tú, príncipe . Pero si te pasas el verano de Sitges a Ibiza, que sales más en Aquí hay Tomate que las folclóricas locales, y no parece precisamente que pases miedo. Y si tus dudas de seguridad son en concreto sobre Madrid, pues hombre, haberle preguntado a tu cuñado, que lo conoce bien. Aquí, de momento no se cuelan en palacio los periodistas sensacionalistas. A pesar de todo, Alberto, nuestros países están unidos por el progresismo. Aquí ya se pueden casar los homosexuales, y en Mónaco tu hijo Alexandre será el primer monarca negro de Europa. ¿O no?