Oriana y Dany

ORIANA FALLACI, la más valiente y la más célebre periodista de Italia -célebre no sólo por su valentía, sino por su actitud ante esta profesión y por la brillantez de su trabajo- atraviesa un mal momento: tiene un cáncer que sólo le permite ingerir líquidos y quiere librar a Europa de lo que ella considera otro cáncer, que es la invasión del Islam. A sus combativos setenta años ha sido encausada por un juez de su país de acuerdo con lo dispuesto en el Código Penal italiano, que prohíbe «el vilipendio de cualquier religión admitida por el Estado». Qué palabra tan antigua vilipendio. Se adapta a cualquier crítica dura, ya que las blandas no son críticas. Oriana, que es una tía listísima, supo desde el arranque de su carrera que lo que hace más atractiva una sintaxis es el escándalo. Por eso ha vendido un millón de ejemplares de La fuerza de la razón . Su tesis es que Europa ya no es Europa, sino Eurabia. Daniel Cohn-Bendit, otro pirómano que ha terminado de bombero, fue el líder de aquella ruidosa algarada del Mayo del 68. Entonces era conocido como Dany el Rojo, pero ha cambiado de color y ahora es europarlamentario verde. Don Daniel, que ya ha cumplido los sesenta, ha defendido el sí a una Constitución enérgicamente rechazada hasta el momento por los franceses y los holandeses, aunque aceptada por los españoles. A su juicio, Europa va tan mal que atraviesa un alto riesgo de desintegrarse. También cree que los responsables políticos de Europa no están históricamente a la altura, o sea, que son unos irresponsables. Quizá sea cierto que la gente ha rechazado la Constitución porque en realidad no desea que Europa sea un super-Estado. ¿Exageran Oriana y Dany? Todo el que augure malos tiempos tiene ciertamente muchas probabilidades de acertar. Mientras Dany lucha porque no desaparezca la Unión Europea, Oriana se bate por la desaparición de los musulmanes que a su juicio nos están invadiendo. Uno pretende reconstruir y la otra aspira a ser la gerente de unas nuevas Cruzadas.