EL BALCÓN DEL PUEBLO
Intoxicaciones en cadena
HA QUEDADO muy claro: la ministra de Medio Ambiente no hizo alegación alguna contra la estación de esquí de San Glorio. Se limitó a trasladar al consejero del ramo de la Junta de Castilla y León la anotada en el proyecto por Ecologistas en Acción. Ya se sabe que Cristina Norbona, al igual que su subordinada, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Helena Caballero, tiene una capacidad probada para meter la pata y para contradecir al PSOE y al programa de este partido. La última metedura de pata de la ministra fue a costa de las lechugas murcianas y las aguas fecales. Majadería semejante no se le ocurre ni a la que asó la manteca. En el PSOE, a veces, se preguntan si Cristina Narbona recuerda por qué partido se presentó a las elecciones. Eso por un lado, pero por otro, lo del consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, calificando como alegación la carta recibida, es un caso palmario de manipulación e intoxicación informativa. Fernández Carriego es muy aficionado a la propaganda. Con este ejemplo de manipulación, a partir de ahora, cualquier información con sello de este consejero deberá ponerse en cuarentena y requerirá comprobación previa. Porque no debe olvidarse que el engaño no ha sido a los periodistas, sino a los ciudadanos, que son los últimos destinatarios de los medios de comunicación. Voy a dar un salto acrobático para mirar desde este balcón otros temas de más altura que la cima de San Glorio. Es la cota más alta de la provincia, pero existen otros vuelos. Por ejemplo, el de Mariano Rajoy, que parece no tener remedio y puede acabar estampándose en las rocas. En los días precedentes se designó a Londres como sede de los Juegos Olímpicos del 2012. Fue el día 6, en Singapur. Y en la mañana del 7, se produjo un brutal atentado terrorista en el metro y en un autobús en la misma ciudad. Londres pasó del júbilo a la tragedia en 24 horas. Del «altius, citius, fortius» de la gloria y el laurel, al espanto resoplado por el terrorismo islamista. Las prediciones no bajan del centenar el número de víctimas mortales. En los interim de esos días, responsables del Partido Popular, como Acebes, Esperanza Aguirre o Ana Botella, no han dejado pasar la oportunidad para demostrar su escasez de miras y su mezquindad, mientras el corregidor de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, haciendo honor a su apellido, asumía todas las reponsabilidades, incluso las que no le correspondieran, dando una lección magistral de altura de miras y de caballerosidad política. Lo que ha resultado, de nuevo, decepcionante es la postura de Mariano Rajoy. Voy a creer, como dice la abuela de un amigo entrañable, que es como un pan sin sal. Con motivo del brutal atentado terrorista en Londres, Mariano Rajoy ha acumulado un despropósito de declaraciones en cadena con el único objetivo de defender la actuación de Aznar en el 11-M. Bueno, también con sacudirle la badana al Gobierno socialista, al que los populares no reconocen legitimidad electoral. Está claro que Mariano Rajoy nunca superará el complejo de ser presidente del PP por designación de Aznar y no por elección abierta en su partido.