Soledad de los saharauis

SE QUEJA el «presidente» del Frente Polisario de la actitud del Gobierno Zapatero para con el problema del Sáhara. Mohamed Abdelaziz no entiende el giro de la política exterior española, sobre todo el silencio cómplice del Gobierno español ante los atropellos que Marruecos perpetra contra los saharauis. Lo cierto es que Zapatero lo tiene claro: no va a sacrificar las relaciones con el 'vecino' poderoso y conflictivo como es Marruecos por unos cuantos miles de saharauis que malviven en los límites del desierto y que, ¡locos ellos!, reclaman una tierra desértica, eso sí, llena de fosfatos, arrebatada por Marruecos. En realidad, el Gobierno Zapatero está dejando a los saharauis a su suerte, o sea, a su mala suerte, en manos de Marruecos, por más que oficialmente digan otras cosas. Este Gobierno nuestro tiene la vana pretensión de creer que la historia ha comenzado con ellos, de manera que van a ser capaces de conseguir lo que sus antecesores no pudieron. Y no pudieron por una razón sencilla: Marruecos no quiere ni oír hablar de los derechos del pueblo saharaui, no reconoce que hay un pedazo de desierto que pertenece a los saharauis y que los fosfatos son de los saharauis. De manera que más allá de las declaraciones oficiales y de que desde el Gobierno se diga que lo que buscan es el acuerdo entre las partes, la realidad se ajusta a la queja del presidente del Frente Polisario y de la no reconocida República Saharaui, y es que el Gobierno español no les está prestando el apoyo de los Gobiernos anteriores.