Bisexuales

UN CONCIENZUDO estudio realizado por un grupo de eminentes psicólogos de Toronto y de Chicago ha confirmado lo que todo el mundo sospechaba y nadie se atrevía a decir: los bisexuales no existen. Existen, sí, y bastantes (casi un 2 por ciento de la población), ciudadanos que dicen ser bisexuales, ciudadanos que creen ser bisexuales y ciudadanos que hacen como si fueran bisexuales, esto es, que practican el sexo con ciudadanos y ciudadanas indistintamente; pero lo que no hay, o por lo menos los psicólogos de Toronto y de Chicago no se han encontrado con ninguno entre el gran número de autoproclamados bisexuales que han estudiado, es bisexuales de verdad: al medir los patrones de excitación genital como respuesta a imágenes de hombres y mujeres desnudos y en actitudes libidinosas, se descubrió que, en realidad, los hombres que se declaraban bisexuales se excitaban únicamente con los hombres, y las mujeres con las mujeres, o sea, que eran homosexuales, que está muy bien pero que no es lo mismo. Hasta ahora, las investigaciones sobre orientación sexual se habían basado en declaraciones y en respuestas, pero no había una razón clara para suponer que la gente iba a decir la verdad en este caso. Lo que han visto es que de bisexualidad nada, sino de que todos somos, en el fondo, bisexuales. ¿Y esto, en fin, qué significa? Pues lo que uno, humildemente, ha creído siempre: que la sexualidad es muy rara, que necesitamos querer y que nos quieran, y que, al final, la gente no se acuesta exactamente con quien quiere, sino con quien le deja.