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Publicado por
JULIA NAVARRO
León

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NO SÉ si José Luis Rodríguez Zapatero está perdiendo la oportunidad histórica de ser un presidente de todos. Es más, me pregunto qué hay de auténtico en su cacareado talante, si realmente lo tiene o es sólo un producto de marketing. Zapatero tomó una decisión valiente nada más llegar a La Moncloa: retirar las tropas españolas de Irak. Sobre eso sí que había consenso en la sociedad española, pero a partir de ahí el presidente ha ido adoptando una serie de decisiones que dividen a los ciudadanos. Se ha metido en un buen lío con su proyectada reforma constitucional y su posición ante las reformas de otros estatutos, digamos que el catalán. Bueno, en realidad nos ha metido en un lío a los ciudadanos, a la sociedad española que no tenía este problema encima de la mesa y ahora lo tiene. Lejos de ser un político dialogante como parecía, y presumía, lejos de escuchar a los ciudadanos como prometió, Zapatero se escucha a sí mismo, sin importarle el conjunto de la sociedad, respondiendo sólo a las reivindicaciones de determinados grupos minoritarios. Ahora Zapatero ha mandado callar a su partido, a todos aquellos que discrepan de su manera de hacer las cosas, que no están de acuerdo con la anunciada reforma del Estatuto catalán y mucho menos que esa reforma contemple que Cataluña es una nación y que tiene derecho a la autodeterminación. El PSOE chirría ante las cosas que hace Zapatero, pero al presidente, por no importarle, no le importa ni lo que piensan en su partido, sino que está dispuesto a imponer su voluntad contra viento y marea. Cada día que pasa, Zapatero me recuerda más al peor Aznar. José María Aznar se encerró en La Moncloa rodeado de los suyos y sólo quería escuchar palabras de halago. Persiguió cualquier disidencia e imponía su voluntad sin escuchar a nadie. Por eso metió a España en una guerra que nadie quería. Zapatero hace igual, está creando un problema que no teníamos y su soberbia, sí, escribo soberbia, parece que le va a impedir rectificar. Alguien debería de decirle que sólo es un hombre.