Necesitan vacaciones

JOSEP PIQUÉ, el más listo de la actual «nomenclatura» del PP pese a no serlo exageradamente, insiste en que su formación política actual necesita una renovación profunda y, en consecuencia, un cambio de líderes, pero, no siendo uno del PP, ni mucho menos yendo uno de «progre» allí donde hoy parece metafísicamente imposible cualquier atisbo de progresismo, uno se conformaría con que los dichos líderes, caso de que lo sean, se marcharan de vacaciones. Las necesitan. Todos necesitamos una buenas vacaciones: unos, la mayoría, porque han trabajado mucho durante el año y necesitan recuperar el resuello; otros, éstos dirigentes del PP sin ir más lejos, porque la agitación y la bronca permanente agota. Humeantes aún los bosques del Alto Tajo y la memoria dramática de las víctimas de los incendiarios, esos dirigentes, ayunos de ideas, de discurso y de alternativas, se aferran a la utilización mendaz de todo ese dolor, de cualquier dolor, para seguir desacreditando e injuriando al Gobierno que se dieron libre y democráticamente los españoles el año pasado, y que si bien ha de afinar bastante para mejorar el país como pretende, no ha de hacerlo a impulso de las astracanadas políticas, tabernarias a veces como en el caso del diputado Hernando (¡Eso no me lo dices en la calle!), con que el PP inunda, para vergüenza de sus partidarios y vergüenza ajena de todos los españoles, la vida política y parlamentaria un día sí y otro también. Tomen sus vacaciones, relájense, reparen en las vigas de sus ojos con espíritu reformador y de enmienda, y déjennos en paz una temporada.