Diario de León

TRIBUNA

Laciana: «Valle de la sumisión»

Publicado por
MANUEL R. BARRERO
León

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EN LA CARRETERA que une Cangas del Narcea con Villablino, y en la vertiente asturiana, alguien ha escrito: «Laciana es de Victorino». Una exageración, sin duda. Sin embargo, sí refleja un estado ánimo casi general de los ciudadanos del otrora «Valle de la Libertad». Laciana ya no es lo que era, ni siquiera lo que fue hace tan sólo un par de décadas. Aquí se ha instalado el miedo a un empresario ciertamente singular. Ya no se conforma con comprar al más bajo precio la fuerza de trabajo de sus operarios, también quiere ser el dueño de sus vidas privadas. Y lo peor, es que en ocasiones casi lo consigue. El pasado día 14, el espectáculo que ofrecían las inmediaciones de la Casa Consistorial era grotesco. Unos noventa trabajadores de las explotaciones de carbón a cielo abierto, abigarrados, despistados y quizá preguntándose ¿y yo que hago aquí?. Estaban ahí porque esas eran las instrucciones que se les había dado. Algunos, eso sí, rogándonos que preserváramos su anonimato, nos confirmaron que estaban por obligación. Pero ni siquiera hubiera sido necesario tener esa certeza para confirmar lo que ya sabíamos. En un par de ocasiones, dos vehículos de la empresa se detenían frente al ayuntamiento y controlaban si nadie había infringido las ordenes recibidas. Dentro de ese grupo, los cabecillas incitaban a la algarada, buscaban deliberadamente la confrontación, esencialmente con quienes vestían la camiseta «Cielo Abierto No». La Guardia Civil allí presente puede dar testimonio de los hechos. El esfuerzo de los alborotadores resultó infructuoso. Sus organizadores habían obviado un aspecto capital. Mientras ellos estaban allí por obligación, otros lo hacíamos por convicción. Estábamos prevenidos y conocíamos sus consignas. Pero el empresario no acepta fácilmente la derrota, es hombre acostumbrado a vencer. Volvió a intentarlo de nuevo el pasado día 18. Una hora antes de que diera comienzo la sesión extraordinaria del Pleno de la Corporación Municipal, para debatir el polémico convenio firmado entre la alcaldesa, Ana Luisa Durán Fraguas y Victorino Alonso García, por los alrededores del ayuntamiento deambulaba un grupito reducido de trabajadores vestidos de camisetas con el lema: «Cielos Abiertos OK» El espectáculo era todavía más patético que el protagonizado cuatro días antes. Y no sólo por lo del OK, también por la elocuencia de su soledad. En esta ocasión y ya van dos, el empresario sufría un nuevo revés. Exactamente como la señora alcaldesa. Si el día 14 tuvo que contemplar impotente, como una tras otra, se aprobaban las mociones de los grupos de la oposición, el día 18 explotó. Afloró a borbotones su verdadero talante. Ordenó el desalojo del salón de sesiones, incluidos los medios de comunicación. Eso sí, instantes después del exabrupto retiraba lo de los medios de comunicación, pero ya era demasiado tarde. Sus palabras ya estaban grabadas y las imágenes de televisión darían la vuelta por toda la Comunidad. La alcaldesa se negó a convocar el Pleno solicitado por la oposición y tuvo que ser la Secretaria la encargada de hacer cumplir la ley. En cambio sí se notó su huella en el desarrollo de la sesión. Una hora y diez minutos de soporífera lectura e ininteligible compresión de sendos informes jurídicos hechos a medida. Un sin fin de transcripciones literales de artículos de diferentes textos legales, para convencer al auditorio de que la sesión era innecesaria, puesto que no se podía revocar nada de lo unilateralmente firmado. Sí, así como suena. En el Ayuntamiento de Villablino, el máximo órgano de Gobierno no es el Pleno de la Corporación, sino la señora alcaldesa. Pero como el farragoso informe no logró diezmar ni un ápice la paciencia de los asistentes, había que recurrir a otras artimañas. Primero a las amenazas y después al desalojo. Sin embargo, el primer aplauso que se dio, lo inició el mismísimo consorte de la señora alcaldesa. Justo al finalizar la intervención el Presidente de la Junta Vecinal de Caboalles de Abajo. El único de cuantos intervinieron que expresó su apoyo al convenio de marras. ¿Simple coincidencia? Después vinieron los demás. Particularmente el del representante de Sosas que desquició a su señoría. Y el colofón lo puso el portavoz del Grupo Popular, José Luis Suárez Pastor. Quien no sólo arrinconó al diezmado equipo de gobierno, sino que colocó a Murias ante sus responsabilidades, ofreciéndole el inicio de negociaciones para la elaboración de un programa de mínimos. Es decir, la antesala de la moción de censura. Difícil papeleta para IU. Su actuación está suscitando las más diversas reacciones y no precisamente en el sentido que sus dirigentes hubieran deseado. Murias volvió a repetir el mismo discurso del día 14. Ni la menor alusión al ofrecimiento del PP, pero el colmo del paroxismo lo alcanzó al permanecer en el salón cuando la señora alcaldesa echó a todos los testigos de la mascarada que allí se estaba representando. «Incluidos los medios de comunicación» ¡Toma ya! Puede que en estos extraños comportamientos se encuentren las claves de algunas preguntas sin respuesta. ¿Cómo puede firmar la señora alcaldesa, con sólo 6 de 17 concejales, un convenio que compromete el futuro de Laciana a espaldas de toda la Corporación y de su propio partido? O por demencia - y no creo que sea el caso - o porque alguien le ha asegurado previamente que nadie la va a dejar en evidencia. Y después de lo visto en las dos últimas sesiones, esa es la hipótesis más verosímil. Es evidente que Murias no está dispuesto a asumir sus responsabilidades. Lo que ocurre, es que sus excusas se van desvaneciendo una a una. Ahora ya no puede esgrimir que IU y PSOE tienen el mismo número de concejales. IU en las dos últimas sesiones ha contado con uno más, por la ausencia del expulsado Remior. Tampoco tiene explicación que aún no haya planteado que la señora alcaldesa ante su imposibilidad de garantizar el Gobierno de la Institución, no se someta a una moción de confianza. Y menos aún que haya hecho oídos sordos al ofrecimiento del PP. Demasiados interrogantes abiertos para una formación que ve como su influencia decrece de día en día en la comarca. Así las cosas, nada está definitivamente perdido. Desde los Verdes Europeos vamos a seguir intensificando nuestra lucha en contra de un convenio que de aplicarse sería el principio del fin de toda una comarca. Sin embargo, no nos dejaremos arrastrar por la demagogia y el oportunismo de quienes proponen ahora una gran movilización por Laciana. En sus manos está echar abajo ese convenio. Lo pueden hacer con sus votos, sin algaradas ni estridencias. Que lo revoquen en el seno de la Corporación. El PP ya ha dicho que votará a favor. Entonces, ¿a qué estamos jugando? ¿Por qué los presidentes de las Juntas Vecinales de Villaseca y Orallo - ambos de IU - no han comparecido ante el Pleno? Y el de Sosas, también de IU, lo ha hecho brillantemente pero al margen de la formación. Demasiado galimatías en esta ceremonia de la confusión que intentan crear en Laciana. No, no ocurrió nada fuera de lo normal en el pleno, no había ningún motivo para el desalojo. Pero a la alcaldesa le estorban los testigos. Con ese talante y escaso talento no es aventurado augurar nuevos abucheos a tan singular demócrata. Laciana es hoy «El Valle de la sumisión» pero cada vez somos más los que peleamos porque vuelva a ser «El Valle de la libertad».

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