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Publicado por
JUAN F. PÉREZ CHENCHO
León

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ABURRIRSE CUANDO a uno le da la gana es un signo de inteligencia. Pero eso está reservado sólo para los ricos. Yo no me aburro cuando quiero, sino cuando puedo. Como cualquier proletario de bien. Me dispongo, pues, al ocio vacacional de agosto. Nada más concluir este artículo entornaré los cuarterones del balcón, echaré el pestillo y vocearé a pleno pulmón: ¡Hasta septiembre! Otros compañeros se encargarán de regar los geranios para que continúe vivo este epacio de opinión. Mi compañero Fernando Ónega se despidió hace unos días con morriña. Es propio de los gallegos. Lamentaba no dar fe del relevo en la presidencia de la Xunta, tras 16 años con Manuel Fraga ejerciendo de «padre padrone» azul. Galicia ya tiene nuevo gobierno bicolor, con Emilio Pérez Touriño de presidente y Anxo Quintana como vicepresidente. Si Ónega no ha resistido la tentación y ha cambiado el ocio por el negocio durante unas horas, habrá comprobado que ha sido un relevo ejemplar. No existían dudas. Manuel Fraga tiene asumido el sentido institucional y lo ha practicado siempre. Se comprometió a ejercer una oposición «leal, constructiva y responsable». El cantante Joaquín Sabina dijo que él despediría a Fraga con la canción «Se va el caimán». Yo no le despido. Lo tendrán que hacer los populares gallegos cuando se abra la sucesión. A Fraga sólo le tumbarán los años. Al contrario que mi colega de sección, yo inicio el tiempo vacacional casi dándome besos. No me queda ni una sóla noticia sin destrenzar. Quizá tan sólo dos: una en blanco y negro, la muerte del periodista y escritor maragato José Antonio Celada, hermano de otro brillante «juntaletras», Esteban. Los dos han sido precoces abrazando a la muerte, aunque les faltaba culminar su máxima fecundidad. La de tecnicolor es el homenaje de los cepedanos a Alfonso García. Ya me suplió con brillantez Luis Artigue. Nada que añadir. Y para cerrar a cal y canto este balcón hasta septiembre, otra noticia de plena satisfacción. Los dioses son hoy aliados, quizá para compensar algunos episodios de sudor y niebla. Sergio Cancelo Mallo, abogado, casado, tres hijos, ha sido nombrado vicepresidente de Diario de León. Ostentará, a partir de hoy mismo, la representación institucional de la Corporación Voz en León, aunque continuará igualmente como secretario del Consejo de Administración. Sergio Cancelo fue concejal del Ayuntamiento leonés. Es de los pocos dimisionarios que conozco. Letrado de prestigio, comenzó a descifrar los laberintos jurídicos bajo el magisterio de Luis Revenga, quien nos dio el adiós sorpresivo y definitivo hace unos días. Lleva en la comunicación los mismos años que Fraga en la presidencia de la Xunta, aunque del 97 al 2003 pasó de puntillas. Llegó a Diario de León cuando agonizaba el año 89, de la mano del nuevo accionista mayoritario, Antonio Vázquez. Ahora el presidente y propietario de Corporación Voz, Santiago Rey Fernández-Latorre, a la que pertenece este periódico, le ha designado como su representante institucional en León. Se ha premiado la eficacia. Sergio Cancelo también inicia mañana sus vacaciones. Pertenece al gremio de los que no podemos aburrirnos cuando nos dé la gana. Supongo que, en su caso, el nombramiento, o mejor dicho, la confianza en él depositada, le ayudará a respirar con más pasión a la orilla del mar. Adiós.

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