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Publicado por
FERNANDO DE ARVIZU
León

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EL INCENDIO de Guadalajara ha puesto en entredicho la actuación del Gobierno central y del de Castilla-La mancha. El primero, con un plan contra incendios anunciado a bombo y platillo que no ha servido para nada. El segundo, por rechazar ayudas y hacer las cosas tan mal que hubo nada menos que once muertos, sin contar las hectáreas quemadas y los bienes perdidos. Como arrieros somos, es curioso ver la diferencia que ha supuesto para el PSOE y para el propio Zapatero actuar desde el gobierno. Porque en la oposición las cosas eran distintas: Zapatero era el hombre-pancarta y el PSOE crispaba al máximo la vida pública. Con el Prestige o la guerra de Irak todas las protestas eran pocas, todos los reproches insuficientes, todas las peticiones de dimisión justas y todas las responsabilidades asumibles, pero con cántico de meaculpa y peticiones avergonzadas de perdón. Mucha preocupación entonces por los muertos lejanos de Irak. Sobre los de Guadalajara se hace caer la losa de la fatalidad. Se reprochó a Aznar que no hubiese ido de inmediato a la Galicia, se hizo responsable a todo el gobierno del hundimiento del petrolero y del vertido de crudo. Y de todo lo demás: de los muertos del Irak, de los del Yak-42 y hasta de los del 11-M. Ahora, con once muertos y media provincia de Guadalajara arrasada, Zapatero se fue a China, nada menos. Envió a su vicepresidenta, para que encajase la indignación de quienes habían perdido sus seres queridos y visto sus tierras calcinadas. Incluso se permitió decir algo así como: «Se levanta el viento, salta una chispa, ¡y plaf!». Luego fue por allí, pero tarde, mal y nunca. Los medios adictos quieren presentar las cosas de otra manera. Lo malo es que hay once muertos, señor presidente. Y si actuaron como actuaron entonces, hoy no tienen la más mínima autoridad para pedir que no se crispe el ambiente y no se critique al gobierno por la tragedia. La ley del embudo. Si de verdad quieren otra actitud en la oposición, comiencen por pedir perdón por los excesos pasados, con toda humildad. No satanicen la crítica cuando ellos llegaron hasta la vesania de llamar asesinos a los modestos militantes populares. Y no nos expliquen, por favor, las razones de Zapatero para no ir a Guadalajara de inmediato. También las tendría Aznar para no ir a Galicia y no se le tuvieron en cuenta porque era Aznar. ¿Se le van a tener en cuenta a Zapatero porque es Zapatero? Después del acoso a Trillo y de la afrenta de Rubalcaba, ya solo nos falta que responsabilicen del incendio a Rajoy, o que pidan responsabilidades a Castilla y León por no haber actuado. O que justifiquen en el caso fortuito el incendio del Alto Tajo y reprochen los acaecidos en Zamora, Palencia y otros lugares de Castilla y León. No pidan a la oposición que actúe más suavemente, aún, de cómo ellos actuaron en el pasado, ¿o es que los desastres son disculpables cuando gobiernan los socialistas, pero inadmisibles si gobierna el PP? A los fallecidos heroicamente en acto de servicio, nuestra respetuosa admiración. A sus familiares, nuestra comprensión y cercanía. Y al gobierno central y al castellano-manchego, que sepan sufrir con los que sufren, que lo hagan mejor y que pidan perdón.