Un fracaso rotundo
YA SON más de 3.400 las hectáreas calcinadas como consecuebncia de los incendios que, desde el pasado miércoles, asolan la comarca del Bierzo. Sin paliativos, estamos ante un desastre medioambiental y económico de extraordinaria gravedad que afecta a los habitantes de una zona ya muy castigada por la despoblación y por los efectos, nunca compensados suficientemente, de la reconversión minera. Hay que apretar los dientes cuando se constata que, según todos los indicios, la mano del hombre (de la imbécil bestia humana habría que precisar) está detrás de esta catástrofe cuyos efectos se prolongarán en el tiempo durante muchos años. Dejaremos, sin duda, a la generación que viene un mundo mucho peor; y no habrá paliativos: el fracaso es rotundo.