AQUÍ Y AHORA
Agotados
ERA LÓGICO que después de tres semanas de subir sin parar, las bolsas hayan hecho un alto en el camino. El agotamiento se ha hecho patente esta semana y tiene toda su lógica. Hay que tener en cuenta que la estela que han dejado los buenos resultados empresariales se acabó y que el petróleo ha vuelto por sus fueros y no para de dar disgustos. Es decir, los inversores, después de sesiones y sesiones de euforia compradora, con más o menos distanciamiento de la situación general futura, que puede ser más complicada, se han comportado con su ánimo en el corto plazo. Y quizás, ahora que se van de vacaciones, han decidido realizar algunas ganancias y esperar a ver qué pasa tras el tórrido verano. Los datos de empleo que han sido excelentes se han tomado como malos, ya que avanzan una posible nueva subida del precio del dinero en Estados Unidos. Los 207.000 puestos de trabajo creados en julio demuestran la fortaleza de la economía norteamericana, pero acabarán, dicen, con la política moderada de la FED de acometer las subidas del de los tipos de interés. En España, muy al contrario, es muy difícil encontrar un mes de julio tan malo para el empleo. La preocupación evidente es si será algo coyuntural o el mercado de trabajo empieza a ofrecer síntomas de agotarse, aunque el PIB siga creciendo. Preocupa, además, que los aumentos del desempleo se hayan producido en turismo y construcción. En fin, preocupa que estos datos estén avanzando un replanteamiento para el curso que viene de inversiones presentes y futuras, dado el desmadre político y de legislación que pueden producir algunas exigencias nacionalistas.