.EL PRESIDENTE de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, ha firmado un convenio con RTVE para que el centro territorial de la TV pública, «amplíe la información sobre la Comunidad Valenciana, con especial atención a la Copa de América», que se celebrará en Valencia en 2007. Por esta «ampliación» informativa el presidente Camps ha pagado a RTVE nada menos que 600.000 euros. Esta cantidad ha sido detraída de la subvención para Acciones Institucionales de Cooperación Internacional al Desarrollo. (Sin comentario). Lo que uno no entiende es en qué va a consistir esa «ampliación» informativa. TVE ya tiene la obligación profesional de informar de todo aquello que de interés suceda en la Comunidad Valenciana. A no ser que esa «ampliación» consista en que las cámaras de TVE acompañen al presidente Camps en todos aquellos actos en que participe, tales como inauguraciones, comparecencias en actos públicos y demás eventos en que tome parte el presidente y sus consejeros, y dé cumplida y amplia información de los mismos con más
de lo que sería razonable profesionalmente. No creo que en ese convenio se pida, también, «amplia» información de lo que haga la oposición. Es decir, que el señor Camps, lo que ha hecho, es asegurarse «cota de pantalla». O sea, publicidad, promoción política para su gestión de gobierno. Es sabido que en el PP valenciano existe una profunda división entre los partidarios del actual presidente del partido y del Gobierno, Francisco Camps, los campistas, y los partidarios de su antecesor en ambos cargos, Eduardo Zaplana, los zaplanistas. Ambos sectores están, seriamente, enfrentados. Y tratan de promocionar ante la opinión pública, cada uno, a su propio líder. Para lo cual necesitan de la ayuda de los medios de comunicación. En el caso de los campistas, dado que su líder está al frente del Gobierno, ya se encarga él mismo de su promoción acudiendo a los presupuestos. Los zaplanistas, sin embargo, no tienen esa posibilidad, que también utilizaba, por cierto, su líder cuando gobernaba. Y han de recurrir, entre otros procedimientos, a los actos sociales. El sábado se tributaba un homenaje al director de
El Mundo , Pedro J. Ramírez -de actualidad estos días por otras cuestiones-, en una cena de gala que se celebraba en la ciudad alicantina de Altea y estaba presidida por el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana. El motivo del homenaje era haberle sido concedida por el alcalde de Altea, del PP y zaplanista, como es lógico, la distinción de
casteller d'honor de dicha ciudad. A la cena acudían distinguidos zaplanistas del PP valenciano, entre los cuales, algunos consellers, diputados, el presidente de las Cortes Valencianas y los presidentes de las diputaciones de Alicante y Valencia que, según las noticias de prensa, «arropaban» a Pedro J. junto a Zaplana. La verdad es que resulta enternecedor ver esta simbiosis, hermandad y compañerismo entre políticos y periodistas. Tantas deferencias y complacencias. Sea adquiriendo cotas de pantalla a precio de oro, con cargo a los presupuestos, o pagando el humilde tique para una cena de gala.