Nuevo curso

LOS GOBERNANTES catalanes del tripartito, con Pasqual Maragall a la cabeza, se anticiparon el miércoles, pero ya este viernes, 26 de agosto, se reunirán en La Moncloa, para el primer Consejo de Ministros del nuevo curso político, los integrantes del equipo de Rodríguez Zapatero. En realidad, varios de los miembros del gabinete se han visto en la necesidad de mantener un contacto muy estrecho, casi permanente, con el jefe del Gobierno que descansaba en Lanzarote. A la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona, le correspondía dar los abultados partes de incendios de cada momento. A José Antonio Alonso, titular de Interior, le tocó el asunto de la casa cuartel de Roquetas, uno de los puntos de máxima tensión del complicado agosto que termina. Y a José Bono le correspondió el otro punto o momento caliente, el fallecimiento de diecisiete soldados españoles en el accidente de su helicóptero Cougar en la zona afgana de Herat. La oposición no ha querido que el Gobierno disfrutara de esos días plenamente libres y ha urgido las correspondientes explicaciones en tres materias de muy viva y extendida preocupación nacional: enloquecida proliferación de incendios, Guardia Civil de Roquetas y fuerzas en Afganistán. No debiera sorprender que el primer Consejo de la temporada decidiera el relevo del director general de la Guardia Civil, Gómez Arruche, después de que José Blanco y Mariano Rajoy hayan coincidido en que «no ha dado la talla», algo muy insólito, esa coincidencia de partido gobernante y principal partido opositor con los criterios de varios analistas y medios de información. Habrá de ser el curso de los estatutos de autonomía reformados, el curso de las deudas acumuladas en materia sanitaria, el curso en el que se comprobará si hay alguna novedad en los planteamientos de la banda ETA, de su brazo político Batasuna y de sus, a menudo, comprensivos aliados, los otros nacionalistas vascos. ¿Llegará finalmente el momento de comprobar si tiene razón de ser la legalidad de hecho de la que disfruta el PCTV, con los correspondientes ingresos del Estado para esta nueva sigla relacionable con la banda etarra, y de si cabe esperar alguna actitud nueva y distinta de esa banda criminal para aceptar que sea un grupo político, llamado Batasuna o como decidan rebautizarlo, el que tenga toda la representación y responsabilidad de las ideas que la organización mafiosa y separatista y sus afines han venido 'defendiendo' en cuarenta años de crímenes, extorsiones, chantajes y otras formas de terror? sa también es cuestión para el nuevo curso, al que se llega perezosa, calmosamente, a partir de este viernes, y sobre todo, desde el lunes que viene.