EN BLANCO
Legalidad barruntada
LA MANIFESTACIÓN autorizada en Bilbao no fue autorizada el pasado día 14 en San Sebastián, debido a que nos encontramos en una circunstancia a la que podríamos denominar legalidad barruntada. A quienes pidieron la manifestación en San Sebastián se les negó el permiso, porque se barruntaba que iban a causar desórdenes. En Bilbao, en cambio, la autorización a la manifestación convocada por los mismos a los que se les prohibió -es un decir- en San Sebastián, se basaba, asimismo, en el barrunto. Las autoridades competentes intuyen, vislumbraban, sospechaban, adivinaban o predecían, que no había intención de causar desórdenes en Bilbao, luego no había problemas. Pudiera haber sucedido que, puesto que en San Sebastián se prohibió y se saltaron la prohibición, ayer que se permitió en Bilbao hubieran decidido no manifestarse para demostrar la fuerza de la autonomía aberzale. A mí me hubiese parecido coherente, pero el término coherencia es difícil de aplicar todos los días en el País Vasco. Ahí tienes al PNV intentando que la mano izquierda de San Sebastián no sepa lo que hace la mano derecha de Bilbao, y a ser posible que la cabeza, que está en Vitoria, no padezca de cefalalgias, migrañas y otros trastornos coherentes con la esquizofrenia. O, a los otros, manifestándose cuando se lo prohíben, y a los de más allá sin saber si la policía se emplea para disuadir, para ejecutar las prohibiciones, para curiosear o para los desfiles patronales. Menos mal que la legalidad barruntada no se extiende a todo el territorio y que, a pesar de que Bilbao y San Sebastián son dos ciudades distintas, siempre nos quedará un PNV verdadero.