TRIBUNA
Por qué está cerrado el mapa autonómico
¿ESTÁ CERRADO el mapa autonómico? ¿Por qué se empeñan en decirnos que no se puede hacer una configuración autonómica más coherente con la realidad regional española? El derecho a la autonomía está establecido en el artículo 2 de la Constitución Española, en el que se reconoce a las regiones y nacionalidades españolas. ¿Es Castilla y León una región española? Ni siquiera tiene una identidad propia como evidencia su denominación y por mucho que se empeñen en Valladolid. Las autonomías no pueden inventar pueblos sino que son los pueblos españoles los que tienen derecho a la autonomía. Son las regiones históricas de León y Castilla la Vieja las que tienen derecho a autonomía y no el engendro castellano-leonés, creado para mayor gloria de su pretendida capital: Valladolid. La configuración autonómica actual está mal. Lo sabemos todos. ¿Por qué no hacerla bien? Repasemos: Ni los leoneses ni nuestros representantes políticos querían la unión de León a Castilla. Lo evidencia la encuesta a las instituciones, entidades y corporaciones de peso de la provincia de León de mayo de 1979: la mayoría de nuestros políticos querían una autonomía leonesa. Hoy piensan igual, que no nos engañen, pero no son libres de manifestar libremente su opinión, pues su puesto de trabajo depende de su fidelidad a las instituciones actuales. Los leoneses tampoco la queríamos, ni la queremos, y la prueba son las multitudinarias manifestaciones populares de 18/3/1978, 12/4/1980, 29/1/1983 y 4/4/1984. En está última, casi 100.000 personas se manifestaron en las calles de León a favor de la autonomía leonesa. ¿Por qué no hicieron el referéndum que prometieron el PSOE y UCD preguntando a los leoneses sobre la opción autonómica que preferían (AP estaba a favor de la autonomía leonesa)? ¿Por qué no la hacen ahora? La Diputación de León, los ayuntamientos de Ponferrada, de León, entre otros muchos ayuntamientos, decidieron en pleno la segregación de la provincia de León de la comunidad autónoma de Castilla y León y la creación de una comunidad autónoma leonesa. Esta decisión sigue vigente. La incorporación de la provincia de León de acuerdo al artículo 143 de la Constitución, es decir con la aprobación de 2/3 de los ayuntamientos en un plazo de 6 meses fue muy irregular. Los políticos leoneses habían manifestado con claridad que no querían que León formara parte de la comunidad autónoma castellano-leonesa, sino que preferían una comunidad autónoma leonesa. A pesar de esto, el Consejo de Ministros aprobaba en 1978 la preautonomía de Castilla y León incluyendo a la provincia de León. De repente, en 1980, UCD y PSOE cambian de opinión «por razones de Estado» y se produce el proceso de incorporación de los ayuntamientos de León ¡cuando faltaban diez días para que se terminara el plazo! Hubo acusaciones de coacciones, incumplimientos de requisitos para realizar los plenos, falsificaciones de actas, repeticiones de las votaciones hasta que la opción a favor de Castilla-León fuera mayoritaria¿ El 15 de mayo de 1980 se presenta un recurso por irregularidades en este proceso de votación relativo a 55 municipios ante la Audiencia Territorial de Valladolid que desestima. Esta sentencia es recurrida ante el Tribunal Supremo que no se manifiesta de forma clara ante estas irregularidades. El 13 de octubre de 1983 el Tribunal Supremo juzga válido el acuerdo adoptado el 13 de enero de 1983 por la Diputación favorable a separar León de Castilla que es invalidado el 28 de septiembre de 1984 por el Tribunal Constitucional, si bien «la presente sentencia no puede pronunciarse sobre el problema de si la provincia de León puede o no segregarse, ahora en el futuro, de la comunidad autónoma a la que pertenece en la actualidad, ni tampoco sobre cuál sería la vía a través de la cual podría alcanzar tal objetivo.» ¿Y que tenemos los leoneses hoy? La existencia del pueblo leonés actual o en el pasado es negada. Somos el «Oeste de Castilla y León» y nadie nos explica qué es León y qué es Castilla dentro de Castilla y León. La Junta fomenta el nacionalismo castellano de algunos académicos e impide que otros defiendan con rigor la entidad histórica leonesa, ya que su desarrollo profesional les impide ir contra las instituciones actuales que financian la Universidad de León. Incluso el presidente de las Cortes y de la Fundación Villalar sostiene la antigüedad del nacionalismo castellano frente a los nacionalismos catalán y vasco y la disolución de la identidad nacional castellana (en la que incluye a los leoneses) en la de España. ¿Quiénes son los nacionalistas? ¿Acaso económicamente nos va mejor? La población leonesa, como muestran las estadísticas y las noticias de prensa, es cada vez menor, más vieja y más pobre. La Junta impide la fijación de empresas en nuestro territorio favoreciendo su instalación en Valladolid. Nuestras vías de comunicación entran en conflicto con las que benefician a Valladolid, como la Vía de la Plata, cuya mejora no es promovida. El papel de León como nudo de comunicaciones del Noroeste es relegado a favor la obsesión centralizadora de Valladolid. Nuestros monumentos y arquitectura popular están desprotegidos por la Junta de Castilla y León. Nuestra cultura es ignorada y despreciada¿. No hay ni un solo dato favorable a la permanencia de León en este invento cuyo único beneficiado ha sido la provincia de Valladolid. Sólo la de los hechos consumados¿ ¿Por qué no hacer la división autonómica según establece la Constitución Española? ¡Qué no nos engañen! El proceso autonómico no estará cerrado hasta que León no disfrute, según establece el artículo 2, de su propia autonomía.