EL RINCÓN
Algo no cambia 1397124194
LLEVO TANTO TIEMPO siendo contemporáneo que he pertenecido a varias generaciones que no tenían nada que ver. Miraban distintas cosas. Por lo general, las anteriores eran menospreciadas por las siguientes y éstas sufrían el mismo trato por sus continuadoras. El caso es que mientras vivían todos los seres humanos pertenecieron a la época moderna. Hubo un tiempo, antes de la desamortización de los ombligos, que se consideraron pecaminosos los antebrazos y no se toleraba su intemperie en las iglesias. Ese riguroso criterio dio origen a que se alquilaran manguitos, en dudoso estado higiénico. Por esas fechas, hay que tenerlo en cuenta, se censuraban hasta las películas de Walt Disney, por si los dibujos animados animaban a alguien a transgredir el mandamiento que se consideraba preferente. Ningún parecido con lo que ocurre ahora, donde se le graba un vídeo sexual a un obispo cacorro y no se escandaliza nadie. Recuerdo esas cosas porque ha muerto mi amiga Olga Ramos, a la que conocí en el Café Varela, entre divanes de peluche rojo y un techo merengado. Una hermosa mujer que cantaba con mucha delicadeza lo que se entendía como cuplés pícaros. También se recuerda a Celia Gámez, de cuyo nacimiento se cumplen cien años, que es más o menos la edad que le atribuía cuando cantaba el chotis Pichi . Le dimos un homenaje en Lhardy y lloró. Lo hizo después de que todos comiésemos ese cocido madrileño que ponen allí como en ningún otro sitio. Fuimos, recuerdo muy bien, diecisiete personas y nos dijo que era la primera vez que la homenajeaban. Habló, tras los postres -suflé o natillas, que es lo que habitualmente sigue a esos benditos garbanzos- García Sanchís. Un pico de oro terrorífico. Todo es ciertamente diferente, desde los futbolistas con auriculares a las viviendas de seis metros de capacidad, pero hay algo que no ha cambiado: aumenta la desigualdad entre ricos y pobres. Lo reconoce la Organización de las Naciones Unidas, que celebra su sesenta aniversario. Lo único que se traspasan las generaciones es la miseria.