De la fiesta a la alta política

MEDIA PROVINCIA celebra hoy el día de Nuestra Señora. Es la penúltima fiesta colectiva. La última será el día del Cristo. Hoy, como han dicho los pregoneros, en prosa o verso, por orden del corregidor, arden en fiestas Ponferrada, Villamañán, Santa María del Páramo o Cistierna. Y ya preparan sus mejores galas Valencia de Don Juan, Bembibre, Benavides, Mansilla, Los Barrios de Luna y otras latitudes menores. Es la agonía del verano. Los últimos coletazos del ocio. Los medios informativos dan cuenta de la gran batalla de poder energético. La opa de Gas Natural a Endesa ha puesto en pie de guerra a políticos, financieros, cajas, bancos y autonomías. En los pueblos en fiesta pasan del envite. Concentran su atención en los conciertos, paelladas, fuegos de artificio, procesiones, carrozas y peñas. En estas fechas siempre hago un ejercicio de revival. Inevitablemente, comparece un personaje irrepetible: Ramiro, el hombre que hacía quesos para obispos y generales, y era parte de la historia festiva de Villamañán, o el de Perfecto Reguera, mansillés intelectual capaz de diagnosticar tanto la enfermedad de la lengua azul en el vacuno, como un error lingüista en un artículo periodístico. Los dos murieron el mismo día. Lo anunciaron los tañidos lúgubres de las campanas de ambas localidades. Pero estos días de otoño anticipado los badajos de las campanas repican a fiesta. En Mansilla anuncian la entrega de la Medalla de Oro de la Villa para el sábado al ex fiescal jefe de León y actual miembro del Supremo, Félix Herrero Abad. Y en Los Barrios de Luna, para proclamar el domingo como Pastor Mayor al ex ministro Manuel Núñez Pérez. La medalla lucirá bien colgada del cuello de Félix Herrero. No sé si el zurrón y el cayado darán una imagen creíble del ex ministro como pastor. Es hombre de ribera, crecido a la sombra de las choperas del Órbigo, no de las peñas y matojos de la montaña. Pero la noticia política del día fue la reunión de Rodríguez Zapatero con Ibarretxe. Hubo acuerdos. El presidente del Gobierno comprometió su apoyo al cupo vasco, la indemnización por los daños del «Prestige» y la ampliación de la policía autónoma. El lehendakari, por su parte, garantizó el sí a los Presupuestos Generales. Mejor dato para la esperanza: se están normalizando las relaciones entre el Gobierno español y la comunidad autónoma vasca. Y todo ello gracias al esfuerzo de Rodríguez Zapatero desde la firmeza de haber rechazado el Plan Ibarretxe. Esta normalización de relaciones debe concluir en hacer realidad el gran sueño: encarrilar el proceso de paz. Ayer se contrastó todo lo contrario de lo que se ha montado con la opa de Gas Nautral a Endesa. Habrá tiempo para ver las consecuencias económicas de esa Opa. Y, por supuesto, de denunciar si puede ser perjudicial para el carbón leonés. Sin embargo, lo que ya es evidente es el funcionamiento mimético entre algunos partidos y medios de comunicación de Madrid y Barcelona. Cada cual se envuelve en su bandera para hacer demagogia anticatalana o antiespañola. En esta guerra entre Madrid y Barcelona, hemos de tener mucho cuidado el resto de España para que no nos usen como a tontos. Al contrario, si es posible, debemos sacar algún provecho de esa rivalidad.