Hostilidades que amargan a León

PERSISTE LA INTRANQUILIDAD. No han sido aventadas las previsiones más pesimistas sobre sectores básicos de la economía leonesa, con las que recibíamos el verano, y se añaden ahora nuevos signos de incertidumbre. El verano que ya languidece no ha servido para modificar las cosas, sino para aplazar la misma realidad. La remolacha sigue tocada de muerte, por más que ahora desde el Gobierno se intente proyectar bocanadas de ilusión hablando de aplazamientos, que no es lo mismo que rectificaciones. Desde Europa tampoco el verano nos ha traído cambios respecto a los asegurados recortes financieros que afectarán a la Política Agraria Común y a los Fondos de Cohesión y Estructurales. Y ahora, el carbón. Septiembre comenzó con una visita de Rodríguez Zapatero a la localidad asturiana de Rodiezmo. Es su forma de marcar el regreso de las vacaciones, de la misma forma que Aznar ponía el kilómetro cero del nuevo curso político en la partida de dominó de Quintanilla de Onésimo. Personas muy vinculadas al presidente en León habían adelantado que en este encuentro tradicional con los mineros de Asturias y León, Rodríguez Zapatero anunciaría un recorte en el peaje de la autopista y que avanzaría también datos concretos para la firma del nuevo plan del carbón. Nada de esto ocurrió y apenas 24 horas más tarde saltaban otras alarmas: Gas Natural, en una operación que contempla el concurso de Iberdrola, lanzaba una opa hostil para comprar Endesa, la empresa que nació en Ponferrada hace 50 años y que en estos momentos es la única que mantiene la apuesta por el carbón como fuente de energía eléctrica. La guerra por los cupos de emisión de CO 2 , con la exigencia del protocolo de Kioto, escenificó hace unos meses el enfrentamiento y diferentes intereses. La operación de Gas Natural sobre Endesa ha sido utilizada por los políticos con intereses particulares. En esto tampoco hay nada nuevo. Mientras que desde el Gobierno se dice que se trata de una operación puramente mercantil, desde el PP se sospecha que el asunto responde a un pacto político con las fuerzas nacionalistas catalanas. La credibilidad de estas acusaciones no ha podido ser sustentada con la fuerza que acusaciones tan graves demandan. Pero al margen de posiciones políticas cantonalistas, sí que el Gobierno tiene la obligación de velar por los intereses de los consumidores en una fusión empresarial que les afecta. Desde Gas Natural se dice que la fusión permitirá crear un consorcio que atenderá a 30 millones de clientes en el mundo y que esta circunstancia no sólo no encarecerá los precios, sino que permitirá abaratarlos. Las reglas del mercado no son así. Todo lo contrario, a mayor concentración y más débil competencia, el riesgo de abuso en el precio aumenta exponencialmente. Defensa obligada Sin embargo, con ser este aspecto de gran calado social, no es el que más importa en este momento a León. La voz de alarma la ha dado el presidente de la Diputación, Javier García-Prieto, quien ha advertido del riesgo que supone para el carbón leonés la hipotética desaparición de Endesa. Opina que la estrategia de las otras empresas será contraria al carbón, porque Gas Natural tiene firmados contratos de suministro de gas a largo plazo con países del Magreb, mientras que Iberdrola, que también está en la operación de forma directa, no tiene tampoco interés por el carbón como fuente de energía. En el mejor de los casos, el próximo plan del carbón sería el último que se firme ,y a partir de ese momento León perdería uno de sus recursos económicos más importantes. En consecuencia, el presidente de la Diputación exige que se firme cuanto antes el nuevo plan de la minería, con fecha de caducidad en el 2012, con un requisito imprescindible: que se diga expresamente que el carbón procederá, en la cantidad que se determine, de las minas de interior de León. El presidente de la Diputación ha coincidido en su análisis y en las exigencias con los presidentes de las comunidades autónomas de Aragón y de Asturias, pero curiosamente no ha tenido el mismo respaldo en León, ni siquiera desde su propio partido. Resulta lógico que el temor de García Prieto haya sido recibido con duras críticas por parte de los socialistas, que han contestado con un comunicado duro, sin aportar tampoco pruebas de garantía excepto la confianza que como militantes muestran en su jefe. Aunque tal vez el detonante de la dura crítica no hayan sido las dudas sobre el carbón, sino el hecho de que García-Prieto sospechara que Zapatero ya sabía el sábado en Rodiezmo la noticia de la opa que se haría pública 48 horas más tarde y que precisamente por esta circunstancia no quisiera dar cifras sobre el demandado plan. Da la impresión de que una vez más las luchas de poder, internas y externas, se superponen a los intereses de los ciudadanos. Incluso los sindicatos se han mostrado tibios en este asunto, tal vez más confiados que García Prieto en el compromiso público que hizo Zapatero de que se firmará un plan del carbón positivo en las próximas semanas. Al final se trata de una cuestión de fe, pero García-Prieto no habla sólo desde la simpatía o antipatía política, sino desde el conocimiento profesional. El presidente de la Diputación ha sido durante años el responsable de los estudios económicos realizados por la Cámara de Comercio sobre la Economía Leonesa, un informe que era esperado cada año con sumo interés y que ahora al parecer nadie realiza. El pasado día siete quien suscribe tuvo el honor de pregonar la fiestas de Santa María del Páramo, un pueblo al que me vinculan razones de paisanaje. Naturalmente, se habló del agua, del pasado y del futuro. Desde los primeros pozos hasta la construcción del pantano de Luna. Ahora se está decidiendo un cambio que también ha de resultar espectacular. El proyecto consiste en canalizar el agua por tuberías, de forma que el riego se realizará a través del goteo o sistemas de aspersión, con el máximo ahorro de agua. El método permite también la programación informática de la tarea, algo que podrá realizarse desde casa con un simple teléfono móvil o desde la propia organización de regantes. La inversión es grande, pero el pago de los agricultores muy pequeño. La Unión Europea aporta una gran cantidad de dinero, la Junta de Castilla y León también interviene en la financiación y las amortizaciones del agricultor estarán muy próximas a las cifras que actualmente se pagan. Sin embargo, no todos los pueblos han votado a favor de esta mejora, por otra parte obligada porque a partir del 2008 las fincas que consuman agua en exceso serán penalizadas. El problema es que a pesar de las explicaciones hay muchos agricultores que están en la edad de la jubilación y no quieren «líos», ignoran que son las fincas las que han de financiar la inversión con la cosecha, que no es la pensión la que garantiza el futuro de la finca. Esta ignorancia es aprovechada por quienes tienen la misma escasez de conocimientos o bien por personas sin escrúpulos que utilizan la ignorancia de los demás en beneficio propio. Aunque realmente tampoco uno alcance a entender cuál puede ser. Se impone un poco de cordura. Algunos, no obstante, pasarán a la historia como exponentes del cerrilismo, de la ignorancia y de la mala fe. Siempre ha sido así, por desgracia.