Diario de León
Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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ALGÚN DÍA se considerará deporte olímpico el salto de la verja de Melilla, que practican diariamente tantos y tantos subsaharianos en un intento de cumplir la promesa íntica de procurarse una vida mejor en un sitio distintos. Juan Antonio Samarach puede conseguirlo, aduciendo que ya tiene sus mártires y sus ídolos. Hace sólo unos días murió el subsahariano que resultó herido en el intento. Por otra parte, que es la que da a Marruecos, se ha revelado un chico de catorce años, con cierto parecido facial a Robinho, que sin duda será figura. La tenacidad es muy importante, aparte de las facultades naturales, y el muchacho ha dicho que no parará hasta conseguir su objetivo. Es uno de los muchos inmigrantes clandestinos a los que un semanario de Tánger, editado en árabe, ha llamado la plaga de la langosta negra en un titular escasamente piadoso. Entre nosotros, la valla que intentan saltar las distintas formaciones políticas es la del dinero. No se habla estos días de otra cosa. Convergencia i Unió dice que votará no al dichoso estatuto si el tripartito rechaza su plan de financiación. Rajoy califica de «dinerillo» la oferta del presidente Rodríguez Zapatero para la sanidad, pero eso no le impide aceptarla. Ya se sabe que hay ofertas que no se pueden rechazar. No se le puede perder el respeto al dinero y 1.700 millones de euros triplican la propuesta inicial, aunque parece evidente que la cifra está engordada con piensos artificiales procedentes de otros corrales. Quienes menos discuten sobre cuestiones económicas son los pobres. Dos mil quinientos millones de personas sobreviven con menos de dos euros al día mientras siguen oyendo hablar de «desarrollo humano». Si ganaran cuatro euros, considerarían que les han doblado el sueldo y ciertamente se pondrían contentísimos. Esto del dinero y el dinerillo es según se mire y para mucha gente no está a la vista. Les da igual saltar la valla de Melilla con alpargatas o con Adidas. El caso es caer del lado donde es seguro que se come.

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