LA VELETA
¿Quién mató el pacto?
LA PRIMERA victoria de ETA en las negociaciones entre ésta y el Gobierno de Zapatero ha sido la liquidación del pacto antiterrorista. Se habla de las consecuencias que tendrán aquellas en punto a los presos de ETA o a otros extremos pero nadie quiere recordar que el primer resultado fue la ruptura del frente democrático. En estas circunstancias, el PSOE y ETA pueden ser tan oscurantistas como lo deseen. Desde hace un año aproximadamente era ya un hecho la muerte del pacto. Yo lo denuncié tempranamente en esta columna. Me parecía absurdo mantener la ficción en cuestión tan grave. Por su parte el Gobierno lo negaba de modo sistemático. Habladurías de periodistas, decía. Mariano Rajoy se vio obligado a dar cuenta de la muerte virtual del pacto si bien advertía a continuación, por aquellas fechas, que el PP no tenía intención de levantar acta de defunción. La tarea, según él, le correspondía al Gobierno... El hecho es que con la muerte del llamado también Pacto por las Libertades desaparecía una de las instituciones más esperanzadoras de los últimos años. ¿Cómo se ha podido llegar a este punto?. Para algunos analistas, hay que repartir las responsabilidades entre los dos grandes partidos. No estoy de acuerdo. El culpable -a mi entender- ha sido el Partido Socialista. Ciertamente fue él quien lo propuso pero también ha sido él quien lo ha dejado morir. Pero ¿por qué? En principio, a causa de la reanudación de las relaciones entre el PNV y el PSOE, una vez superada la etapa de Nicolás Redondo. Al PNV se le había venido manteniendo al margen del pacto después de Estella. ¿Cómo se habría podido hacer un pacto contra el terrorismo con quien tenía uno firmado con el entorno de ETA y mantenía a ésta en el parlamento vasco a través de HB? Así que con el entendimiento entre Zapatero e Ibarretxe el plan antiterrorista dejó de ser un punto de referencia. La quiebra definitiva se produjo con motivo de la formación del gobierno tripartito en Cataluña y el apoyo de éste al Gobierno de Zapatero en el Parlamento. Como sabe el lector, Esquerra Republicana de Cataluña condicionó su apoyo a Zapatero a una política de arrinconamiento del PP. Carod Rovira puso como exigencia básica el aislamiento del PP, incluido el pacto antiterrorista. O, mejor dicho, sobre todo en relación con este pacto. Clave para ERC. Clave también para la política diseñada en Perpiñán con ETA. Las posibilidades de gobernar de Zapatero pasan por el apoyo parlamentario de ERC y IU y, a su vez, este es posible gracias a la muerte del pacto. A partir de estos condicionamientos se puede echar a volar la imaginación...