BURRO AMENAZADO
Prados limpios
VOY A ECHAR la semana en Valdeón, en el curso de verano de guías de espacios naturales, con cuarenta y cinco alumnos entusiastas. Tendremos clases para conocer gea, flora, fauna y usos del territorio, y rebañaremos los buenos platos que nos cocinen Pedro y Maite en Posada, Albina en Cordiñanes y Julián en Vegabaño. Animaremos a Mariano Rojo a que, de una puñetera vez, expropie el terreno para construir el centro de interpretación, frenado por varios propietarios egoístas enemigos del valle y sólo permanecen atentos a su vil cartera. Siguiendo los pasos del barbudo Fidel Castro, que obliga a los estudiantes a hacer la zafra y cortar caña de azúcar, método de conocer y apreciar lo que significa el trabajo físico, estos días llevaremos a cabo la operación Prados limpios. Por mucho que se hable de baja inversión del Ministerio de Medio Ambiente, turistas que gastan poca pasta y tendencia a la despoblación, un problema fuertísimo del Parque Nacional de Picos de Europa es la desaparición del praderío, engullido por el matorral y el declive del ganado extensivo. En este mosaico de bosque, peñas, matorrales y prados, si faltan estos últimos, se colapsa la riqueza biológica de la cordillera. En la yerba encuentran ratones los ratoneros que crían en el hayedo, cazan escarabajos las chovas que anidan en los riscos, y tienen su emporio orquídeas, leguminosas y gramíneas de excelencia. Su papel cortafuegos y la producción de heno son formidables. Provistos de las camisetas que han preparado Tomás y Javier, para defender el queso azul de Valdeón, y armados de podones, hoces, hachas y escabuches, a brazo partido, convertiremos unos prados acúmulo de espinar de zarzas, malezón de piornos y manta de helechos en limpias extensiones de pasto. Desde la plaza de Posada de Valdeón contemplarán los lugareños la labor ciertamente altruista de la Universidad de León, mejorando un terreno ajeno que pasará de jungla de escobas y brezos a yerbín verde. Nuestro regalo a la montaña.