Violencia en la frontera

DE NUEVO se han producido graves incidentes en la frontera de Melilla con Marruecos, al intentar una muchedumbre de subsaharianos saltar la valla de separación y ser repelidos por la Guardia Civil; doce personas heridas es el saldo de esta nueva intentona, que ha acontecido mientras se materializa la decisión de elevar la altura de la verja hasta los seis metros. Algo que, resulta evidente, no va a resolver el problema. El drama de estas personas, requeriría en todo caso respuestas de más calado que la puramente policial. Respuestas que deberían provenir de la Unión Europea y no sólo de España: la opulenta Europa -rica a pesar de las coyunturales dificultades- tiene el deber de promover con mucho más énfasis que actualmente el desarrollo africano.