Tabarra del Estatut

REFLEXIONABA yo sobre las declaraciones del edil popular Francisco Saurina, quien ha reclamado que instalaciones como las del Inteco se establezcan en el Parque Tecnológico de León, que está terminándose como todo el mundo sabe. Y en esto el móvil envía sus alertas: está ardiendo Espacio León, el último y novísimo centro instalado en nuestra ciudad, allí donde el polígono Eras de Renueva agota sus fielatos. Desconozco la magnitud del fuego. Responsables de Industria y las imágenes televisivas invitan a calificarlo como serio. Ya informarán en detalle los redactores del suceso. Quizá donde no lleguen es a escudriñar qué hay detrás. El porqué. A veces, cuando tanto está en juego, sólo se trata de un "quítate tú para ponerme yo". El fuego no tiene dueño. Recojo el hilo de las declaraciones de Francisco Saurina. Tiene razón. Sería absurdo que por criterios partidistas y sectarios, centros importantes de nuevas tecnologías que están previstos en León o en San Andrés del Rabanedo no se instalaran en el Parque Tecnológico. Un Parque que está acabando la Junta de Castilla y León, pero que es un logro de todos los leoneses, también como todo el mundo sabe. Y pasando a otra cuestión: continuamos con la tabarra del Estatut de Cataluña. Tabarra que amenaza con saturarnos durante meses y meses en unas jugadas políticas que, según las encuestas, no les interesan a los ciudadanos catalanes y menos aún al resto de los españoles. La reforma del Estatut catalán es prioritaria sólo para el 0,4% de los catalanes. Al resto de España le trae al pairo. Sin embargo, se nos está imponiendo contra viento y marea por caprichos de la aritmética política. Lo cierto es que se están discutiendo y aprobando artículos anticonstitucionales que después el Congreso de los Diputados se verá en la obligación de tener que reformar. Se lo están poniendo a huevo a los que buscan el conflicto y la crispación. Es el caldo de cultivo ideal, la paradoja de que los votos que pierde a diario el Partido Popular, gracias a Ángel Acebes y a Eduardo Zaplana, en el mismo día los vuelven a recuperar gracias a Pasqual Maragall y Carod Rovira. Son los mejores agentes electorales de Mariano Rajoy. Al tripartito catalán lo está llevando al huerto Convergencia i Unió. Es el que va ganando debates en el Parlament. En el resto de España el gran beneficiado es el Partido Popular. La izquierda y los de sentido común se quedan con las posiciones expresadas en voz alta por el presidente extremeño, Juan Carlos Ibarra. Son compartidas por la mayoría socialista, aunque le intenten anatemizar los nacionalistas periféricos y mucho falso progresista madrileño. La España interior -y Léon lo es- le agradecemos que no se deje arrastrar por intereses puntuales e insolidarios o por modas absurdas. Si tengo ocasión, mañana mismo se lo vocearé al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Es su enésima visita a nuestra ciudad. Y traerá, como otras veces, una hogaza de pan debajo del brazo