EL BALCÓN DEL PUEBLO
El adiós de Fermín Carnero
DESDE ayer, y hasta el sábado a mediodía, se celebra en nuestra ciudad el IV congreso regional de UGT. Es el congreso del adiós de Femín Carnero, su secretario general regional en la última década. El adiós de un sindicalista comprometido y activo durante más de tres décadas: antes en la provincia leonesa y últimamente como máximo responsable orgánico de UGT en Castilla y León. Le conocí y traté en aquellos años apasionados del postfranquismo. Trabajó como un titán. Lo era todo en el sindicato: desde limpiador de su sede, a diseñador de imagen y cartelería; desde firme valedor cultural de la clase obrera, a hábil estratega social. Dotó a la UGT de unas instalaciones extraordinarias, fortaleció sus servicios jurídicos, de consulta y formativos. Y lo más meritorio: supo librar todas las batallas y ganarlas. Fermín Carnero no cayó en ninguna de las emboscadas políticas y sindicales que le tendieron en León, sino que dio la zancada hasta la cumbre de la organización en la Comunidad. Pero es la hora del adiós. Indisociablemente unido a su cachimba, ahora que acaba de aprobar el Congreso de los Diputados la prohibición de fumar en el trabajo, podrá dejar el aroma en la calle Ordoño o entre los pinos de la Candamia. Dicen que se ocupará de poner en marcha la fundación 27 de marzo. Lo bordará. Aún mantengo en mis retinas su aportación a efemérides históricas de UGT, como la conmemoracion del centenario, con inauguración del busto del fundador, Pablo Iglesias, o el libro recopilado por el venerable maestro Victoriano Crémer. La cuarta edición congresual de UGT de Castilla y León se inició ayer. Desde Madrid llegaban avances sombríos sobre el desarrollo de las negociaciones en la Mesa del Carbón. El secretario general de la Energía, Antonio Fernández Segura, y los sindicatos no visionan las mismas galerías para el Plan del Carbón que tendrá vigor entre los años 2006 y 2012. Pero el estreno congresual, con asistencia de 350 delegados, 21 de éllos leoneses, tuvo un hermoso contenido cultural. Un homenaje conmovedor al cabrero Miguel Hernández, poeta de sufrimientos y soledades, asesinado durante la guerra incivil. En la víspera inaugural le otorgaron a Victoriano Crémer el premio Teresa de Ávila por su "poesía profunda que actualiza los grandes clásicos". Crémer siempre difinió a Teresa de Ávila como la "gran madraza". Lo rotundizó incluso en su discurso de aceptación como nuevo doctor "honoris causa" de la Universidad de León. Quizá la UGT, en su siglo y pico de historia, ha sido el gran padre de la clase trabajadora española. Ha sido un marco inmejorable para el adiós de Fermín Carnero, un asturiano que vivió y trabajó siempre en León. Y aquí, Dios me libre, no tiene hueco el "a enemigo que huye, puente de plata". El corregidor, Mario Amilivia, le impuso la insignia de oro de la ciudad. Algunas han sido como rifas, pero ésta es merecida y justa. Y tras el brillo de los metales, los delegados iniciaron el trabajo orgánico. Aspiran a la sucesión dos candidatos: Mariano Carranza y Agustín Prieto. Los dos pertenecían a la Ejecutiva liderada por Fermín Carnero: el primero como secretario de Acción Sindical y el segundo como secretario de Organización. La continuidad está garantizada.