Gloria in excelsis (deo) Castilla

LA AUTONOMÍA de Valladolid, oficialmente de Castilla y León, ha utilizado su instrumento favorito, la Fundación Villalar, para editar un libro «Unidad Didáctica de la Historia de Castilla y León» con el ambicioso proyecto de educar a nuestros escolares, suscitando el interés por el pasado, como una de las principales señas de identidad de la comunidad autónoma. Por mis manos han pasado infinidad de historias manipuladas, inventadas, exageradas, pero como ésta de la Fundación Villalar ninguna. El texto tiene como base la ocultación, la mentira y la manipulación, así, con mayúsculas La ocultación. Los nombres de los Reyes de León son lo más parecido a una alineación de un equipo de fútbol en una crónica deportiva, que empieza por el portero y termina en el extremo izquierdo. Los reyes vienen nombrados del primero al último por orden cronológico sin dedicarle a ninguno de ellos ni una sola línea, salvo a Ramiro II, de quien cuentan mentiras como luego veremos y cuatro líneas mal contadas de Alfonso IX. En cambio, viene mucho más texto del Cid Campeador que de todos los Reyes de León juntos. La batalla de Simancas (año 939), la más importante de toda la Reconquista en opinión de muchos historiadores, con más de 80.000 musulmanes muertos, la despacha en línea y media. La batalla de las Navas de Tolosa (año 1212), sin duda también muy importante, ocupa dos páginas enteras de texto. La mentira. Así la cuenta el librito de la fundación: año 917: victoria navarro-aragonesa en San Esteban de Gormaz. A comienzos del siglo X, Navarra no era más que un pequeño reino que tenía como base a Pamplona y poco más. Aragón, en ese mismo siglo, era poco más que un campo de fútbol, no pasaba de Jaca en la provincia de Huesca. Muy poca cosa para enfrentarse a un ejército tan poderoso como el musulmán. La verdad es la siguiente: los musulmanes llevaban un año saqueando y destruyendo todo lo que encontraban a su paso, hasta llegar a San Esteban de Gormaz. Aquí le estaba esperando el Rey de León Ordoño II con sus tropas. La derrota de los musulmanes fue histórica, el número de muertos fue incontable. Lo cuenta Sampiro, un historiador nacido en Zamora el año 950, notario del Reino y obispo de Astorga . Otra mentira sangrante. Año 933, Ramiro II sufrió una grave derrota en Osma. La verdad es la siguiente: el gran califa Abd-al-Rahman III, después de pasearse victoriosamente por Navarra y Álava, y de destruir Burgos, volvía tan feliz a su Córdoba. Se encontró con Ramiro II, que lo estaba esperando con su ejército, en Osma. La victoria del Rey de León fue terrible, con muchos miles de musulmanes muertos y miles de prisioneros. Lo cuenta perfectamente los Anales Castellanos Primeros. Y, por si fuera poco, también historiadores árabes cuentan la derrota musulmana a manos de Ramiro II, aunque sin darle tanta trascendencia como los Anales. La manipulación. Cuentan los «ilustres historiadores» del librito que los castellanos reconquistaron Granada. Los gallegos, leoneses, navarros, aragoneses y demás españoles fueron a Granada a gozar del espectáculo, viendo como los castellanos, ellos solitos, reconquistaban Granada. Todavía no había televisión. Cuentan también los «ilustres historiadores» que los castellanos descubrieron América. Por lo visto los Hermanos Pinzón. Fray Junípero Serra, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, eran castellanos. Para no mancillar el honor castellano, resulta, según cuentan ellos, las tierras conquistadas por Castilla en América, cuando llegó su pérdida, no las perdió Castilla, las perdió España.. Todo lo grande que se ha hecho en España, no lo hizo España, lo hizo Castilla. Gloria in excelsis «deo-Castilla» Todas estas ocultaciones, mentiras y manipulaciones de la historia han sido escritas por profesores titulares de la Universidad de Burgos, concretamente los señores Francisco Peña Pérez e Ignacio Fernández de Mata Esta patraña histórica, más falsa que Judas, la ha preparado la Junta, utilizando a la Fundación Villalar como instrumento para educar a los jóvenes de la región leonesa. ¿Qué buscan realmente? Está muy claro: que nuestros jóvenes se avergüencen de nuestro pasado histórico, se reeduquen y se conviertan en castellanoleoneses, viendo a Castilla como a un Dios en las alturas, lo más grande del mundo. La creación de esta comunidad autónoma fue una cacicada antidemocrática y contra natura. Hoy, los políticos que nos gobiernan utilizan, como base, la ocultación, la manipulación y sobre todo la mentira ¿Qué hacen nuestros historiadores y nuestros políticos ante semejante atropello? Pues lo de siempre: no aparecen, no saben, no contestan. Sus intereses personales son más importantes que los intereses de los ciudadanos. Estas son las consecuencias directas de pertenecer a una autonomía dirigida por historiadores corruptos y políticos inmorales. Algunos utilizan los mismos argumentos que la Fundación Villalar, la ocultación, la mentira y la manipulación, pagando un precio indigno por conservar el sillón. Alguien tiene que decir ¡ya basta! ¡hasta aquí hemos llegado! para impedir que el veneno en forma de libro bonito y atractivo acabe con nuestras raíces históricas, forjadas durante más de mil años ¿Por qué se consiente el castigo atroz a un pueblo que nunca hizo mal a nadie? León no sobrevivirá si los políticos leoneses no impiden esta mortal amenaza que se nos viene encima. La amenaza de la ocultación, de la manipulación y de la mentira. Una amenaza con nombre y apellidos: Junta de Castilla y León, alias de Valladolid.