Inundaciones

NO ES demagógico destacar la situación absurda que han provocado las primeras e intensas lluvias después de un dilatado período de sequía: al margen de algunas inundaciones que pueden calificarse de lógicas e inevitables, las precipitaciones han causado muertos en el litoral catalán por la crónica falta de limpieza de las ramblas y -lo que es más llamativo desde el punto de vista de la eficacia de las distintas administraciones públicas- varias líneas de metro han tenido que cortarse por inundaciones tanto en Madrid como en Barcelona. No es un país serio aquél que, tras lamentarse de que no llueve y de una sequía derivada de la pésima gestión de los recursos hídricos, se inunda aparatosamente en cuanto caen las primeras lluvias.