El día me confunde

ESTOY CONFUNDIDO. Todos aquellos arquetipos con los que crecimos están desapareciendo con tanta cultura de meapilas y buen rollito. Ya no hay posicionamientos genuinos, claros y contundentes. Vamos, lo que decía mi abuelo: saber de cara por dónde van las cosas. Para que lo entiendan no me voy a las antípodas, me quedo más cerca. Resulta que ahora los conservadores peperos (no los fachas), y los rojos de toda la vida (eso sí, algo decolorados), -los atrincherados en lo que queda de IU-, se encaman en adulterio político a la vista de todos. Sin pudor. Véase lo de Villablino. Todo por el pueblo, que parece estar en la inopia, pero que no le queda más remedio que tragarse el sapo y aguantarlos, como si de un cuñado pelmazo se tratara. No lo elegiste tú, fue tu hermana. Pues eso, ¡sí ...!, un alcalde con dos cabezas: la de Caín y la de Abel. Bíblico. Como decía ayer domingo el concejal de Deportes de Ponferrada a la salida de una carrera, «estoy anodizado», que no «anonadado», al sorprenderle la de gente que participaba en una maratón que veía hace poco en Barcelona. Más ejemplos. La semana que expiró, los mineros salieron del pozo y se plantaron en el asfalto de la autovía por lo del Plan del Carbón. Sólo los de Comisiones Obreras. Ya saben, ahora manda el PSOE y los de la UGT, de buen rollito, compadre. Hasta ahí, nada asombroso. Pero mira por donde que escucho hablar el mismo día de la huelga al jefe de los empresarios mineros y de la Cámara de Comercio de León, -al bueno de Manuel Lamelas Viloria, el de Apema-, y va y le da un beso en la boca a los «cocos» de CC. OO., sin rubor. Compartía sus cifras. Oigan, como decía el otro, a mí no me confunde la noche, me confundo de día. Se acabó el romanticismo. Antes, cuando salías a una manifestación, te lo creías. Ahora, depende. Soy gallego. Hay quien dice que lo del Plan del Carbón está ya todo «amañado» y que los de CC. OO. se olieron que los de la UGT iban a salir a la calle para dar un golpe de efecto e independencia ante ZP, y que luego, tras las algaradas de Pini-Pom (no más), ganarse a la galería haciéndoles ver lo duros que eran y lo mucho que habían conseguido. Sin ataduras al poder. Y van los «cocos» y se les adelantan. También me llama la atención lo de este país, nación, cooperativa de frikinaciones o como se llame ahora; porque uno ya no sabe, por no ser hijo de la Logse. Resulta que cortan tres horas una autovía, -repito para darle énfasis-, ¡tres horas!; y los que tienen que mantener el orden público, con la cabeza debajo del sobaco. No es progresista tirar pelotas de goma a los mineros. Lo es, colas de coches en la A-6. Será eso. Y ya les pongo el corolario. Hace unos días me enteré que soy machista. No porque no jugara de pequeño con muñecas. No. Soy machista, como el resto de los del Bierzo y de León, porque está gobernando en la comunidad un señor que es del PP. ¡Toma ya!. Lo dijo una señora que sabe mucho de machismo y de feminismo, que es del Partido Socialista de Cataluña y que se llama Rocío León. Ahora sí que ya lo entiendo todo. Todos mis valores por el suelo. Señoras, señores: me voy a retirar a un lugar con oxígeno para sacudirme de encima tanta memez.