Diario de León

EN EL FILO

Getafe, La Caixa y la pela

Publicado por
JOSÉ MARÍA CALLEJA
León

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GETAFE es una ciudad del sur de Madrid que tiene más de doscientos mil habitantes y un equipo de fútbol que, si se acabara la liga mañana, jugaría la Champions. Bien, en esa localidad viven en su mayoría trabajadores, algunos venidos de fuera de Madrid, gente, en general, modesta, que sale adelante poco a poco y que vota socialista mayoritariamente. En una calle de esta ciudad hay varios bares, uno de ellos daba comidas baratas a unas decenas de trabajadores, de los miles que comen todos los días fuera de casa en Madrid. El negocio iba razonablemente bien, a base de mucho trabajo. En éstas, llegó la Caixa y le puso al propietario una pasta encima de la mesa: quería justo ese local y no otro. El hombre se lo pensó y decidió cerrar el restaurante, tomar el dinero y dedicar el resto de su vida a administrarlo sin derroches. La Caixa. En Getafe. Al lado de la flamante nueva oficina hay otro bar de esos que tienen torreznos de pincho, la tele puesta todo el rato y llaman a los clientes por su nombre. Me imagino que sus propietarios rumian las razones por las que esa entidad no se fijó en ellos. Ricard Fornesa, el presidente de la Caixa, lo tiene crematísticamente claro: amigos, amigos, pero la vaquiña por lo que vale. Es lo que le ha dicho al turulato Maragall, el todavía presidente de esa máquina de cometer errores, conocida también como gobierno de la Generalitat. Le ha explicado que eso del Estatuto, bien; pero que el resto de España es la madre de todos los negocios de la Caixa y que no está dispuesto a renunciar a un cliente en Getafe, con lo que han pagado por la nueva oficina, por culpa de los delirios de Maragall (perdón por la redundancia: Maragall junto a delirio). Aunque Fornesa habla del resto de España como si fueran las fértiles praderas que se encontraron los pioneros en la tierra prometida de América, parece evidente el resumen: la pela es la pela. De manera que Maragall no sólo no es capaz de atender a los más desfavorecidos -al fin y al cabo, gente venida de fuera-; es que con sus disparates le está poniendo en riesgo al jefe de la Caixa, al que el propio Maragall le ha dado una medalla en reconocimiento a sus méritos. Sostiene Fornesa que «nosotros estamos y deseamos seguir estando en toda España», no ha dicho «Estado» u otros eufemismos. Resulta muy significativo que los empresarios catalanes y vascos estén dispuestos a decir que sí a todo, a los dirigentes nacionalistas vascos y catalanes, y que sólo sean capaces de poner el primer pero en cuanto esos delirios amenazan sus bolsillos. Atención, pregunta: ¿Cuántas sedes de cajas de ahorro vascas y catalanas están instaladas en el resto de España, sin el menor problema para seguir amasando dinero? ¿Cuántas sedes de entidades de ahorro del resto de España se pueden instalar en la comunidad autónoma vasca y en la catalana? Si quie ren ahorrarse el recuento, pregunten directamente en Caja España.

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