Cerrar
Publicado por
MARIA J. MUÑIZ
León

Creado:

Actualizado:

EN ESTA sociedad de aparentes libertades son inevitables los límites. Lástima que sean los frenos más necesarios los que más dificultades encuentren a la hora de imponerse, a menudo bajo el engañoso manto de la defensa de los derechos fundamentales que dicen defender. A saber. La libertad de expresión tiene poco que ver con el permiso para decir de todo y a todos. Sin embargo, el escupir sandeces o maldades es deporte de moda que se practica en una carrera en los medios de comunicación. Las televisiones son insoportable escenario de la zafiedad, la cortedad mental y la indecencia moral. Quiero creer que incluso muestrario flagrante de ilegalidades, atentados contra honores y dignidades (si no las de los implicados, al menos las de los espectadores). Porque si lo que se escucha sin poder evitarlo (es como querer respirar sin contaminación) entra en los límites de lo legalmente permitido, propongo un encadenamiento masivo de las mentes aún pensantes ante el Ministerio de Justicia en demanda de leyes que detengan la escalada de desfachatez que nos asola. El problema no son los oportunistas de medio pelo que abren entrepierna en la misma proporción que se les llena la cartera, gentes que ni tienen nada que explicar ni sabrían cómo hacerlo. Lo que me parece perseguible es que se les dé pábulo para ensuciar todo, sin que nada quede fuera de su alcance. ¡Hasta hemos contemplado a gentuza del cotilleo tapándole la boca a Badiola en sus teorías sobre la gripe aviar! ¿Es que nadie puede parar esta peste? 1397124194

Cargando contenidos...