EL BALCÓN DEL PUEBLO
Antología del disparate
EL LÍDER de la oposición, Mariano Rajoy, ha tenido buenos reflejos. Ha estado oportuno, responsable e inteligente al acudir a San Sadurní de Noya, patria chica de las burbujas y de las fiestas institucionales, ya sean navideñas o de celebraciones familiares. Allí se reunió con los empresarios del cava. Les dijo que estos espumosos son tan españoles como el jamón de Guijuelo. Se opuso con rotundidad al boicot que están preparando los predicadores desde púlpitos radiofónicos que siembran el odio a través de las ondas que deberían propugnar el amor y la caridad. Pero siguen ofuscados en el trípode imposible: bastón, capa y bonete. Mariano Rajoy no sólo dejó fuera de juego a esos golpistas, si fuera posible un golpe, sino también a Pasqual Maragall y a los padres del Estatut catalán, como Carod Rovira o Artur Mas, quienes completamente autistas, siguen empecinados en un disparate que perjudica a España, pero sobre todo, a los catalanes. Y cambiando de tercio, dejando los viñedos a la vera del Mediterráneo para pasear por los de Ribera de Duero. Con la botella vacía de cava Recaredo, o de vino Señorío de Nava, la Junta de Castilla y León parece haber entrado esta semana en la misma antología del disparate. Con ojos de asombro me enteré ayer por este periódico que la consejería de Medio Ambiente sabotea la futura estación de esquí de San Glorio, e impide que el Estado la subvencione con el 40% de la inversión. O sea, 20 millones de euros. Es suficidente motivo para pedir la dimisión del consejero, Fernández Carriedo. Unas incongruencias que nos aturden. También el consejero de Agricultura, José Valín, ha repetido con machacona insistencia su pesimismo respecto a la OCM del azúcar y de la remolacha. Mientras tanto, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, se mostraba adulador, obsequioso y zalamero con la comisaria Hubner de la Unión Europea y le pide al Gobierno que dé puñetazos encima de la mesa. No para ahí el acoso. El consejero de Fomento, Antonio Silván, sumándose a una descarada operación de intoxicación, difundió en rueda de prensa -con una sonrisa franca y limpia, eso sí- que los socialistas quieren expropiarlo todo. ¡Hasta 200.000 viviendas en Castilla y León! Los oyentes de la radio, yo entre ellos, debieron pensar que al consejero le habían expropiado o, sencillamente, que había perdido el sentido común. Ahora bien, el colmo del absurdo está en el informe de la Faes. Ya saben, es la Fundación, el horno ideológico y estratégico que apadrina el ex-presidente José Mª Aznar y que muchos españoles ya definen como Falange Española. Asegura el informe de la Faes que, en el Estatut de Autonomía de Cataluña, ve un peligro desquiciante: Que los catalanes se vuelvan polígamos. Hay que joderse, con lo que cuesta eso y al precio que está la vivienda. En la Faes no conocen la mentalidad catalana. No tiran jamás un euro. En todo caso, se les puede caer. Supongo que el propio Josep Piqué se habrá llevado las manos a la cabeza.