EL RINCÓN
Malas notas
LA BAJA VALORACIÓN de los líderes políticos hace pensar que los elegimos porque a sus rivales los valorábamos aún menos. También es posible que hayan cambiado mucho en breve tiempo. Las decepciones requieren un cierto proceso: rara vez son bruscas. Año y medio después de la llegada al Gobierno, Zapatero está sacando muy malas notas. El sondeo del CIS deja al PP a dos puntos del PSOE en intención de voto, pero ya sabemos que los españoles cambiamos nuestras intenciones de la noche a la mañana. No son fáciles de solucionar, pero quizá lo que se le reproche a Rodríguez Zapatero, el llamado por Anson «presidente por accidente», sea la creación de otros problemas que no existían antes de haberlos inventado y fomentado posteriormente. En muy poco tiempo y dando pruebas de una delicada sensibilidad diplomática nos hemos indispuesto con los Estados Unidos y con el Vaticano. Luego, con el asunto del Estatuto, fue Cataluña la que parece que se indispuso con nosotros. La tensión más espectacular es la entablada entre el Gobierno y la Iglesia, o entre la Iglesia y el Gobierno, según se mire. ¿Se pueden despreciar tres millones de firmas contra la LOE? No es sensato, ya que cada firmante es un voto. La vicepresidenta advierte a la Iglesia que puede recortar sus ingresos y la Iglesia le recuerda a la vicepresidenta que sus servicios sociales le ahorran al Estado 36.000 millones de euros. ¿Quién da más? Al final van a acabar discutiendo de dinero, ese «estiércol del diablo». Para que no hubiera suspensos no deberían dar la nota .