Agricultores y rehenes
MILES de agricultores colapsaron ayer las carreteras del país en sus protestas para revindicar ayudas que les compensen por el incremento de costes producido por la subida del precio de los carburantes. De entrada, hay que decir que en un régimen económico intervenido como el que afecta a los productos agrarios de la UE tales exigencias son legítimas: si los agricultores no pueden repercutir los mayores costes en los precios, alguien tendrá que darles una solución. Pero, dicho esto, también hay que decir que resulta profundamente injusto que seamos todos los ciudadanos, los usuarios de las vías públicas, los perjudicados por esta situación. No es razonable que los conflictos socioeconómicos hayan de resolverse habitualmente mediante forcejeos que toman en rehén a los ciudadanos.