Payasos y libertad de expresión

CINCO miembros de las Juventudes de ERC, vestidos con monos amarillos y ocultos tras máscaras, se encadenaron ayer en la puerta de la sede de la Cadena Cope en Madrid para pedir el cierre de la emisora. Junto a ellos, y dándoles aliento, comparecieron los diputados de Esquerra Joan Puig y Joan Tardá. Ante estas payasadas, lo de menos acaba siendo la opinión que se tenga sobre la Cope, que para muchos emite mensajes radicales poco compatibles con el humanismo pacífico y constructivo que debería exhibir un órgano vinculado a una confesión religiosa: lo grave es que se quiera callar una voz heterodoxa y discordante. Cabe recordar lo que le dijo Voltaire a un adversario: que detestaba profundamente sus ideas pero, al mismo tiempo, estaba dispuesto a dar su vida para que pudiera defenderlas