Una concentración con reservas

HOY, EN la Puerta del Sol. Esa es la cita del PP a sus militantes y simpatizantes. Un sábado más, el partido conservador saca a la calle sus motivos de discrepancia con el gobierno de la nación. Es una convocatoria confusa, que empezó llamándose manifestación y se queda en concentración. Se pensó para protestar por el Estatuto de Cataluña, pero se quedó en acto de afirmación de la Constitución y será, por culpa del helicóptero de Móstoles, una merecida celebración del milagro de que Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy puedan estar allí. La convocatoria, en todo caso, recibe los peores calificativos desde el PSOE y no es la oportunidad más aplaudida por los medios. No es que sea ilícita. A revés: el PP tiene todo el derecho del mundo a convocar a quien quiera, cuando quiera y donde quiera. Hasta ahí podíamos llegar. Pero los riesgos son mayores que los éxitos que pueda aportar a una fuerza política. Hay uno menor, muy aireado estos días, que consiste en temer que minorías extremistas asomen por allí, con sus símbolos y su aguilucho, y otro mayor: transmitir la sensación de que la Constitución está siendo violada, la unidad nacional está en peligro, y hay que defenderlas desde la calle. Es, en el fondo, la continuación del discurso de «se rompe España», que tantos beneficios electorales está proporcionando al Partido Popular. ¿Se ha dado cuenta ese partido del escenario político que eso puede crear en el país? Yo sólo apunto tres perfiles: 1) que haya ciudadanos que entiendan que la Ley de Leyes es patrimonio de un partido político, y el resto son sus enemigos; 2) que se extienda la falsedad de que el Estatuto es una reforma subrepticia de la Constitución, lo cual, como es obvio, nunca será posible; y 3) que se contribuya a crear la falsa imagen de que la unidad de España tiene que ser defendida desde la calle, porque las instituciones están dominadas por separatistas y, como suele decir alguna emisora, «enemigos de la nación española». ¡Flaco servicio al respeto popular al papel de esas instituciones! Sí, creo que el PP es consciente de todo esto. Por eso cambiaron el nombre de manifestación por el más «inocente» de concentración. Por eso no quieren una reunión tan masiva como la efectuada contra la LOE, sino que aspiran a quince mil asistentes. Por eso han cuidado tanto a última hora los mensajes publicitarios de llamada. Pero ya no hay retorno: hoy los militantes tienen que estar en la Puerta del Sol. Se han fletado autobuses desde provincias. En vez de decirnos que la democracia española es sólida y que tiene mecanismos para evitar que el Estatuto catalán sea un asalto a la Constitución, se saca la gente a la calle. Debe ser cuestión de rentabilidad.