Jauría antileonesa

HAY PUEBLOS que parecen predestinados a repetir la historia en el transcurso de los tiempos. Uno de estos pueblos es el leonés. Hace mil años el pueblo leonés sufrió en sus carnes de una manera despiadada ataques, traiciones y rebeldías de los castellanos. Estos se entrometieron en la vida de los leoneses quitando Reyes (caso de Sancho I 956-958), poniendo Reyes (caso de Ordoño IV 958-960), traicionando a Reyes (caso de Ordoño II y Ramiro II), robando tierras (caso de los Campos Góticos Leoneses) y un largo etcétera durante toda la Edad Media. Después de mil años la historia se repite, pero a mayor escala. Parece que los mil años transcurridos hayan sido una preparación para la actuación actual. La integración de la Región leonesa en una desintegrada Castilla, encabezada por Valladolid, es el inicio de la desaparición de toda huella histórica de León. Por un lado, no haciendo lo que se tenía que hacer y por otro haciendo lo que no se tenía que hacer. Referente a no hacer lo que se tenía que hacer, tenemos varios ejemplos. Uno puede ser la conservación del Patrimonio leonés, en concreto la Catedral de León y sus vidrieras. La Catedral puede derrumbarse y las vidrieras pueden deteriorarse irremediablemente sin que nadie mueva un dedo para remediarlo. El partido socialista echa la culpa al partido popular y el partido popular echa la culpa al partido socialista. La señora Verónica Viñas, en un artículo publicado en este mismo diario el 28 de octubre decía «alguien no dice la verdad». Se queda corta, Sra Viñas, los dos mienten, a ninguno de ellos le interesa la Catedral de León. Otro caso similar es la estación de San Glorio. El Gobierno de España aprueba una ayuda de 20 millones, pero la Junta hace un informe negativo y se pierde la ayuda. Al igual que en el caso de la Catedral, ambos partidos se culpan el uno al otro. Para añadir más leña al fuego, interviene la ministra Cristina Narbona y dice que rechazará el proyecto de la estación de San Glorio porque degrada el medio Ambiente. Como León no le ha hecho nada ni le debe nada a la ministra Narbona, es de suponer que hay otras causas que motivan su negativa. Una puede ser la peligrosa competencia que San Glorio puede representar para las estaciones catalanas en los Pirineos y otra puede ser que obedezca órdenes para impedir la construcción de la estación leonesa o retrasarlo el mayor tiempo posible Referente a hacer lo que no se tenía que hacer, hay mil ejemplos de los que voy a relatar unos pocos. El Gobierno autonómico ha utilizado todos los medios a su alcance para manipular la Historia de León, llegando incluso a la mentira para ocultar nuestro pasado como ya lo demostré en mi tribuna de opinión publicada el día 13 de octubre pasado en este mismo Diario. Asimismo, este Gobierno ha utilizado todos los medios posibles para destruir la identidad leonesa y crear una nueva, la castellanoleonesa Por último quiero resaltar unos datos estadísticos muy clarificadores. En 1960 la provincia de León tenía 584.000 habitantes, el año 2003, tenía 486.000, una pérdida de casi cien mil habitantes El año 1960 la provincia de Zamora tenía 301.000 habitantes; el año 2003 tenía 197.000, habiendo perdido la tercera parte de su población El año 1960 la provincia de Valladolid tenía 363.000 habitantes; el año 2003 tenía 502.000, un aumento de casi 140.000 habitantes. El año 2003 la provincia de Valladolid tenía más hectáreas de regadío que la provincia de León. Estos datos estadísticos no me los he sacado de la manga, han sido publicados en el Anuario Estadístico de Castilla y León, año 2004, publicado por la Junta. La provincia leonesa ocupaba el año 1980 el puesto 22º entre las de toda España en renta per cápita mientras Valladolid ocupaba el 25º. Hoy León ocupa el 48º, Zamora el 50º, el último y Valladolid el 7º. Los datos de la provincia de Salamanca son similares a los de León. ¿Tienen estos datos alguna explicación lógica? Por supuesto que sí y muy fácil de entender. Con la integración de la Región leonesa en la autonomía de Valladolid, oficialmente de Castilla y León, han entrado en esta tierra una jauría política antileonesa, una manada de perros a la caza de las presas en forma de recursos económicos hasta dejarla en la miseria. En España se han hecho las autonomías para vertebrar las regiones, creando áreas de libertad y riqueza. Aquí se ha hecho un centro depredador para enriquecer a Valladolid a costa del resto especialmente de la Región leonesa Los datos estadísticos no pueden ser más claros. Las matemáticas no engañan A esa jauría de políticos les lanzo el guante con algunas preguntas. ¿Qué explicación tiene y cuáles las causas de la sensible pérdida de población de la Región leonesa y el aumento espectacular de la población vallisoletana? ¿Cómo es posible que la provincia de León, con una extensión de más de 15.400 kilómetros» siendo además la provincia con las mayores reservas hídricas de toda España, tenga menos hectáreas de regadío que la provincia de Valladolid con una extensión de algo más de 8.000 kilómetros», poco más de la mitad de la provincia leonesa y sin recursos hídricos? Si el agua de Valladolid apenas si alcanza para regar unos tiestos de flores ¿de dónde sale el agua para regar tantas hectáreas? Estas preguntas quedarán, como de costumbre, sin respuesta porque los políticos, que pueden responder deberían aclarar muchas cosas y dar soluciones a los problemas planteados, problemas que se reducen a uno solo: cumplir con el mandato constitucional de otorgar autonomía a la Región leonesa, algo que no interesa a los que nos dominan en lugar de administrarnos. Los leoneses estamos muy equivocados si esperamos que los políticos socialistas y populares nos van a solucionar los problemas. Nunca nadie le regaló nada a León y ahora tampoco lo van a hacer. Las cosas le van muy bien al que paga para que todo siga igual, hasta que nos envíen al abismo. Así fue hace mil años, así es hoy y así seguirá siendo si no somos capaces de impedirlo.