Paz social en el campo

LAS ORGANIZACIONES agrarias Upa y Coag han llegado a un acuerdo con el Gobierno sobre las compensaciones por la subida del gasóleo. También obtuvieron en parte sus reivindicaciones sobre el IVA para los productos agrarios. Lo pactado suma en total unos 400 millones de euros. Además arrancaron al Gobierno los compromisos de que el año próximo comenzará a funcionar una mesa nacional para el fomento de los cultivos destinados a la producción de biocombustibles, e igualmente, el de intensificar la modernización de los regadíos. El acuerdo no fue rubricado por Asaja. Se veía venir. Ya había manifestado el día antes su intención de abandonar las negociaciones. Las excusas, desde la demagogia, siempre pueden encajar. Lo ha escrito Pedro Barato, líder azul del sindicato con anagramas verdes: Nos hemos ido de la mesa negociadora porque el Ministerio pretende tratar el cáncer agrario a base de aspirinas. Y no e s eso, no. Lo que ha quedado en evidencia es una estrategia que tenía más en cuenta los objetivos políticos que los intereses profesionales de los agricultores. Con este acuerdo, la ministra Elena Espinosa cierra el último frente que se había abierto al Gobierno a partir de la imparable subida de los precios petrolíferos durante el último año. Además, en el caso de los campesinos, que sucedía al de los pescadores y camioneros, se hace con el compromiso explícito por las dos partes -Administración y organizaciones profesionales- de fomentar la producción y el consumo de biocombustibles, de forma que sustituyan, al menos parcialmente, las importaciones petroleras. Por cierto, en un país productor de petróleo, Angola, estaba en visita oficial el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dentro de una gira africana que ha sido muy criticada por Mariano Rajoy y Eduardo Zaplana. El argumento central de sus hachazos al Gobierno es que debía estar en Bruse las negociando los presupuestos próximos de la UE. Parece un disco rayado. Primero dijeron que Rodríguez Zapatero había renunciado a fondos comunitarios a cambio de la Opa de Gas Natural sobre Endesa, lo cual era evidentemente falso. Así lo denuncié en su día desde este balcón. La propuesta presentada por Tony Blair fue rechazada por el vicepresidente Pedro Solbes en nombre del Gobierno español y por otros países europeos. La presidencia británica se ha visto obligada a retirar la propuesta y a presentar otra. Ha quedado probado que no existió negociación alguna y, por ende, no hacía falta que Moratinos estuviera en Bruselas. Esperamos que Rajoy, Zaplana y Pujalte reconozcan sus errores de juicio y pidan perdón por sus mentiras en este asunto. Ya sabemos que es como pedirle peras al olmo. Pero existe la obligación de exigírselo a cualquiera, sea del signo que sea, cada vez que caigan en la intoxicación y en la mentira deliber ada. A propósito: Moratinos anunció una nueva venta de aviones a Angola, que pronto irá a rematar y firmar el ministro José Bono. Algo me parece seguro: Por lo menos los viajes de los ministros de este Gobierno resultan rentables. No hay color en comparación con los del Gobierno Aznar, que en lugar de vender productos españoles importaban problemas.