Insumisión

LA VICEPRESIDENTA del Gobierno calificó en el Congreso de «insumisión» la actitud del Partido Popular, tras el anuncio hecho por Ana Pastor de coordinar las políticas educativas en todas las comunidades gobernadas por el PP, dentro de los márgenes de discrecionalidad que la LOE establece. La situación no puede ser más paradójica: la LOE es una imposición de la mayoría parlamentaria que ha cosechado una oposición no sólo política, sino también social, con muy pocos precedentes: no hay más que recordar la manifestación multitudinaria que llenó el centro de Madrid pacíficamente, sin malos modos, de gente normal que ve en esa ley una amenaza gravísima contra sus hijos en la edad crítica de su formación. A pesar de eso, el Partido Popular, en lugar de acosar las sedes del PSOE y llamar asesino a nadie, acata la ley y la despoja de sectarismo todo lo que la propia ley permite, estableciendo una política educativa homogénea en las Comunidades en que gobierna, a fin de facilitar, entre otras cosas, la educación de los muchachos cuyas familias tengan que desplazarse de una Comunidad a otra. ¿Qué tendrá que ver eso con la insumisión? Pero es más: lo primero que hizo el Gobierno de Rodríguez en materia educativa fue desobedecer descaradamente la LOCE que el Parlamento ya había aprobado, y derogarla por las bravas a continuación. ¿Quién es el insumiso? Ciertamente, me llena de admiración el desparpajo de la vicepresidenta del Gobierno, que no sólo osa insultar la inteligencia de los ciudadanos de esta manera, sino que además practica la estrategia de intentar presentar al PP como «el partido de la mentira». Asombroso.