Cine alternativo

EMPEZAMOS a ver películas que critican ácidamente las consecuencias del ultraliberalismo en el mundo. Son poco conocidas y rara vez aparecen por las pantallas leonesas, más amigas de Torrente, Angelina Jolie y La guerra de las galaxias . Ha causado cierto impacto La pesadilla de Darwin que explica la hambruna del Lago Victoria, en Tanzania, residencia de miles de percas del Nilo. Los filetes de perca se exportan íntegramente a pescaderías de Europa y Asia, en aviones ucranianos que retornan llenos de armas en sus bodegas. En los recintos de procesado quedan raspas, la pitanza de los locales, y bolsas de plástico que los desesperados negros funden y esnifan como pegamento. Hambre, pobreza, prostitución, sida y restos de percas podridas rodean este comercio injusto, maná de intermediarios sin ética. Otro éxito acompaña a Super size me , experimento en el que el director estadounidense Morgan Spurlock se somete durante un mes a la dieta de las hamburgueserías McDonald. Los efectos de hamburguesas, pan de molde y patatas fritas en el pobre hombre son lamentables: engorda 12 kilos y empieza a metamorfosearse en cerdo cercano a San Martín. Su filosofía es que Ronald McDonald, jefe de la cadena, es una especie de asesino en serie, envenenador de la humanidad. A los amigos del vino les recomiendo Mondovino . En un pueblecito del Béarn francés, Ivonne, viuda de un resistente que luchó contra los nazis, ha plantado dos hectáreas de viña. Mima esos racimos, a los que susurra baladas de amor, y elabora un aromático vino sangre de toro . La plaga que le cae encima es Mondavi, familia de viticultores del valle del Napa (California) que invaden el mercado con un caldo industrial, a precio tirado, enemigo de los morapios de calidad. El preboste californiano, Michael Mondavi, genuino mafioso implacable que paga dos ochenas a los manitos que vendimian, simboliza el mundo de tiburones financieros sin escrúpulos que eliminan los productos caseros de pequeños productores.