Diario de León

TRIBUNA

Patriotismo social y Renta Básica

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horario garcía pacios
León

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No salgo de mi asombro por las buenas noticias con que despedimos 2005, y espero las mejores que vamos a recibir el año nuevo. Nuestro paisano presidente, don José Luis Rodríguez Zapatero, tiene la virtud de halagar el oído. ¿No lo vieron, con chaqueta verde-esperanza, alabando el «patriotismo social» que practica su gobierno? A ver si es verdad, y no viene algún aguafiestas diciendo que se trata, como el de «nación», de un concepto meramente «teorético». Ya sabemos lo que dura la alegría en casa del pobre¿ Quisiera, en primer lugar, felicitarle. Le deseo toda la suerte del mundo en los avances sociales que promete, porque tales avances nos convienen a todos, empezando por los más desprotegidos; pues no significa lo mismo una barra de pan para el pobre y para el rico. Tampoco agradecimos todos igual las viejas leyes «pesoístas»: General de Sanidad, Lismi, Pensiones no contributivas, etcétera. Por eso agrada la actitud de la derecha respecto de la futura Ley de Promoción de la Autonomía Personal y de Atención a las Personas Dependientes. El PP ha acogido la idea con receptividad, también le voy a felicitar el año nuevo. Mejor así. ¿No oyen tronar al patriarca de AP contra la ruina de la seguridad social por las no contributivas; lo de que los obreros van a volver a andar «en galochos» o alpargatas¿? No voy a profundizar en el rapapolvo que Bonifacio Dífernan lanzaba a los políticos groseros, sobre todo a los del PSOE, desde el Diario de León (30-12-05): «¡Al menos preséntense dignos ante el pueblo que los eligió!». Bonifacio nos recuerda la enorme labor social de la Iglesia en África, para afear la conducta amenazadora del ministro Caldera. Pero olvida decir que nunca se debe dar como caridad lo que se debe por justicia. Hasta el papa Ratzinger llama a construir un nuevo orden mundial «fundado sobre relaciones éticas y económicas justas» (mensaje de navidad 2005). España tiene un sistema de servicios sociales muy mejorable, al cual contribuyen voluntariamente la Iglesia y el padre Ángel; es de agradecer. La caridad como política social residual -no con mayúsculas- tiene su hueco, cada vez menor gracias a Dios, en un sistema de servicios sociales moderno. Por eso es necesario hacer justicia social desde las leyes. A esto último, sin impedir la Caridad, pienso que tienden el Proyecto de ley de Autonomía Personal y su «Sistema Nacional de Dependencia». Bien venido sea. Pero, como trabajador social, tengo que sacar del error a doña Amparo Valcarce. Ella habla de la atención a la dependencia como cuarto pilar del Bienestar cuando dicho pilar son los servicios sociales, y no una parte de ellos. Los otros pilares son: la salud, la educación y la seguridad social. Quedó claro en el pasado congreso autonómico de Servicios Sociales de Castilla y León «Lo social a debate» (León, 25 a 27 de noviembre de 2005). La máxima defensora de esta aclaración fue Patrocinio de las Heras, actualmente diputada de la asamblea de Madrid por el PSOE, quien fue directora general de Acción Social entre 1982 y 1990 y presidenta del Colegio Profesional de Trabajadores Sociales. (Diario de León 29-11-05). La señora secretaria de Estado de Asuntos Sociales coincidirá conmigo en que el universo de las personas dependientes desborda los sectores protegidos por la nueva ley (principalmente minusválidos, ancianos y mujeres con menores a cargo). No trato de la dependencia personal que vincula a los humanos entre sí, por la que todos necesitamos del panadero. Me refiero a la dependencia social de los parados, de los ciudadanos con empleo precario, de las amas de casa maltratadas o no, de expresidiarios, exdrogadictas y vagabundas sin hogar¿ La mayoría de ellos no necesitan ninguna prestación del nuevo catálogo (teleasistencia; ayuda a domicilio; centros de día y de noche o residencias para mayores y dependientes con discapacidad física o psíquica) pero sí son económicamente dependientes en diverso grado. Están por eso en la onda de la exclusión social. Establecer la protección para estos ciudadanos debería ser, a mi entender, la siguiente prioridad de un gobierno practicante del «patriotismo social». La comunicación que presentó Arenci al mencionado Congreso aporta la idea para tal fin: Renta Básica, nuevo paradigma de política social . Es una medida estrictamente económica formulada, al mismo tiempo, en términos de derecho y de política social. Surge de la evolución de nuestro sistema socioeconómico; es acorde con una renovación consecuente y adaptada del pensamiento económico, tanto socialista como liberal, entrando en una nueva dimensión. Destaca una repercusión beneficiosa: prevenir la precarización y marginación de colectivos cada vez más amplios. La RB, lejos de incentivar la vagancia, permitirá un reproche social fundamentado de la misma. Desactivará la justificación de conductas antisociales provocadas por el maltrato que recibe a diario el ciudadano, en una sociedad marcada por el desempleo y el economicismo selvático. Ajustará el mercado laboral a la nueva realidad (progreso tecnológico, globalización y desarrollo sostenible). Más vale prevenir el fuego de París. Me gustaría que los diputados y senadores leoneses, cuando menos los afectos al «patriotismo social», estudiaran la propuesta. Tendrán, así, conocimiento de causa cuando el Congreso inicie la Subcomisión sobre RB, a tenor de la resolución 85 del pasado debate sobre el Estado de la Nación. Espero que los patriotas sociales del Gobierno no la dejen morir aunque rompan el pacto por culpa del estatuto catalán. Es más, trasladando esta reflexión al seno de la UE, conseguirán dar contenido a la Economía Social de Mercado que el nuevo tratado constitucional consag ra, al que España dijo sí. A lo mejor logramos un Sistema Europeo de Renta Básica con un impuesto e IVA europeo. ¿Por qué no? Habrá valido la pena leer el libro de David Bornstein que tanto recomienda Zapatero: Cómo cambiar el mundo. Los emprendedores sociales y el poder de las nuevas ideas (Debate, Barcelona 2005). Lo dice la senadora salmantina y estheta originaria doña María Teresa Cobaleda: «En política, como en la vida, es importante no dejar de soñar, para no perder la fuerza y la firmeza para salir al encuentro de la realización del sueño y del ideal. La Política ha de ser profunda aspiración al ideal.» ¿Qué les parece?

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