Mucho más fácil

Si hay que educar para la libertad y la paz, que buena falta nos hace, también hay que educar para disculpar, aguantar y perdonar. No tenemos que esperar a que las ofensas recibidas se laven con lágrimas por parte del que nos ofende; ni podemos exigir manifestaciones públicas de arrepentimiento para que aquellos que atentaron contra nuestro honor, sean perdonados por nosotros. No. Eso lo hace cualquiera. Eso no vale. O eso no vale demasiado. El valor, nuestro mérito está en que sepamos perdonar con facilidad, sin que se sienta ofendido a quien perdonamos. Nuestro mérito está en perdonar, sin que el otro se entere... O que parezca que no se entera. Seguro que él sí sabrá, aunque no lo diga, que le hemos perdonado con el más hermoso de los perdones: sin publicidad. Seguro también, como éxito final del saber perdonar, que intentará copiar nuestra conducta. Por otra parte, no hay muchas cosas tan rentables como el perdón. El que odia, el que pide venganza, el que sufre manías de persecución... es el personaje hosco e intratable que nos encontramos a menudo. Es el intolerante, el airado, el que más vocea. El que nunca escucha, porque cada palabra tuya es como un insulto que le haces; y cualquier gesto tuyo, el más ingenuo es una amenaza de inminente ataque. Es, tristemente, el personaje más desgraciado y desafortunado. Sólo sabe sufrir y malquerer. Si supiera perdonar... Si supiera disculpar... Si supiera aguantar... vaciaría su pozo de aguas negras del odio y la venganza. Llenaría su pozo de aguas limpias de la lluvia. Descansaría. Vería más pequeña la ofensa que le hicieron y la injusticia que sufrió. Se vería él más libre e importante. Sabría lo que es gozar la victoria del olvido, y romper las cadenas de la triste servidumbre del rencor. Si supiera perdonar... Anatolio Calle Juárez (Navatejera). El pasado día 29 de diciembre se ha publicado en la prensa de esta provincia un artículo referente al procesamiento del actual secretario del ayuntamiento de Sahagún, Santiago Cadenas Gallego, por supuesta malversación de caudales públicos cuando ejercía el cargo en el Ayuntamiento de Villanueva de Duero, provincia de Valladolid. Desde que leí el artículo, no he dejado de pensar quién ha podido ser tan mezquino y ruin como para filtrar a la prensa un tema que no le atañe, utilizándolo como arma política arrojadiza contra el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sahagún y sin importarle lo más mínimo el daño personal que puede infligir a esa persona que, dicho sea de paso y en mi modesta opinión, ha sido injustamente tratado por la justicia. ¿Cómo se puede explicar que Santiago Cadenas Gallego haya sido condenado existiendo un informe pericial caligráfico de la Policía Judicial en el que se concluye que las negligencias de las que se le acusa no se le puedan imputar? Santiago Cadenas es una persona honrada, de fuerte personalidad, que afronta la vida de cara, sin tapujos, y que tiene muy claras las directrices que marcan su hacer profesional lo que le crea frecuentes roces con personas que sólo miran su interés personal. Probablemente Santiago Cadenas haya sido víctima de una trampa, sutilmente tendida por aquellos cuyos tentáculos llegan a todas partes, y ahora se ve obligado a solicitar el indulto por un delito no cometido y una condena a todas luces desproporcionada. Sólo así se explica que la denuncia por una cantidad irrisoria que no alcanza ni siquiera los 450 euros se convierta en noticia de primera página como si de un moderno Lute se tratara. Laurentino Alonso Álvarez (León). Un buen servicio de la Brigada Especial Contestación a la carta aparecida en la sección Cartas al Director del Diario de León de 12 de enero del 2006. El sábado 31 de diciembre, a las 18.30 horas se requiere presencia policial en la calle La Cepeda de nuestra ciudad donde unos individuos estaban agrediendo a una persona de avanzada edad, según denuncia telefónica recibida en la Central de Comunicaciones de la Policía Local. Desplazada hasta dicho lugar una patrulla de la Brigada Especial de Seguridad Ciudadana, comprobó la veracidad de los hechos, resultando que una persona que sangraba abundantemente por el rostro y que fue identificada había resultado agredida por un individuo acompañado de otros tres. En el lugar de los hechos fue identificada también una testigo, cuya colaboración, al identificar a los agresores, resultó vital para la resolución del servicio. Como consecuencia de las averiguaciones realizadas fueron identificados, tanto el agresor como los otros tres jóvenes que le acompañaban. El agresor que tenía manchas de sangre en el pantalón que vestía y erosiones en el dedo meñique de una de sus manos reconoció haber tenido un problema de índole laboral con la víctima. El herido fue trasladado en un vehículo de la Policía Local al Servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario, donde recibió la correspondiente asistencia sanitaria. Estos son los datos objetivos de un buen servicio de la Brigada Especial de Seguridad Ciudadana de la Policía Local, en el que un ciudadano de nuestra ciudad, agredido e indefenso, recibió de los agentes municipales la protección policial y atención humana que requería. En el transcurso de las averiguaciones, la testigo, que de manera tan eficaz colaboró con la Policía Local, identificó erróneamente al autor de la carta, no solo por coincidir sus características físicas con el agresor, sino por conducir un vehículo de la misma marca y color que aquel, un Seat León de color amarillo, lo que llevó a los agentes de la policía en cumplimiento de su deber, a solicitar la identificación del mismo. Los agentes comprobaron el error inmediatamente, en la misma vía pública, sin ulteriores diligencias, y explicaron al identificado los motivos de la misma, sin que sus datos personales fueran objeto de un tratamiento policial posterior. Lamento que la identificación policial realizada en su persona no fuera entendida ni valorada adecuadamente dentro de una actuación policial tan eficazmente realizada y que no hace sino poner de manifiesto el servicio permanente que a los ciudadanos presta la Brigada Especial de Seguridad Ciudadana. En todo caso siento sinceramente el disgusto de este ciudadano y en nombre de la Policía Local de León le pido disculpas. Martín Muñoz Navarro (Intendente Jefe de la Policía Local de León). César (León).