Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Respecto a las alegrías, penas, las frustraciones: muy difícil medir la intensidad en cada caso y en cada persona. Frustraciones debido a exámenes, a tomar drogas, en profesiones, en «casorios», etcétera, etcétera. Añoranzas de la niñez, cuando en una aldea cepedana, la víspera de los Reyes Magos, los jovencitos acudimos al anochecer a esperar a los Reyes Magos subiendo al cueto más cercano con antorchas hasta casi la cima, hasta que se consumía el «paizo». Nunca lo vimos, no importaba; existía en nuestra imaginación lo que mejor se acomodaba a nuestro interés. Algo que con ser fantástico se acomodaba en lo sensato. Comenzábamos por confeccionar los «paizos» nosotros mismos con bálago extraído de pajares sin pedir permiso, a escondidas. La complicidad formaba parte de la tradición. El día de Reyes cada cual recibía el precario, ilusorio aguinaldo de sus padrinos. La frustración nunca suponía un gran fracaso, un berrinche. La explicación puede estar en la educación, en la falta de envidia; no lo sabemos, pero que aquello ocurría es la pura verdad. El mejor juguete está en el cerebro de cada niño. Hoy en día todo ha cambiado, grandes adelantos en casi todo. Y sobran juguetes. Estudiantes que suspenden el curso o los que aprueban sabiendo poco, tanto ellos como sus padres deberían revisar las causas de la frustración. El mejor progreso consiste en prevenir el fracaso conociéndonos mejor. Una cosa es ilusionar la vida y otra muy distinta vivir de ilusiones, de utopías irreales. En otro orden de cosas, hemos leído que algunos cantautores, es el caso de M. Serrat, después de vencer la enfermedad, después de brillar como cantante, se lamenta de no haber conseguido aquello por lo que tanto ha luchado desde joven para transformar la sociedad. También líderes de partidos políticos han escrito en prensa que se consideran frustrados ante sus gobernantes. El ser humano debe aspirar a mejorar, lo lleva en su natural. Cuando no llegamos a la meta fijada deberíamos sacar consecuencias, aprender; nunca sentirnos fracasados. Astorga y sus comarcas han luchado, anhelábamos disponer de un hospital, ahora que han prometido un ambulatorio nuevo bien dotado con dieciséis especialidades, debemos intentar que eso se lleve a cabo, colaborar y no quedarnos frustrados. Antes nos conformábamos con pedir salud y armonía; demasiado modestos, es posible. En la actualidad somos ansiosos y creemos ser más felices con gastar mucho y ser más libres haciendo lo que más «apetece». El nivel cultural que más interesa, posiblemente no ha progresado tanto como nos creemos. Amando Álvarez Cabezasma (Gijón). La polémica acerca de la llegada de los Reyes Magos este año a León me parece absurda: la Mikado es una máquina preciosa pero nadie la veía porque en la estación el andén estaba acordonado y no cabía público. Me gustó mucho más la llegada en la Junta, donde cabe un montón de gente. El aterrizaje del helicóptero fue muy emocionante, mis niños estaban hechizados y a todo el mundo le gustó. No entiendo cómo se puede comparar una cosa con otra, porque además en el tren todos los años iban los hijos de los de siempre. Luisa Caballero Caballero (León). David (Madrid; edición digital).