Hoy toca lealtad

«SI EN el mundo hay un Estado de estados (Alemania), un pueblo de pueblos (Europa), una tierra de tierras (Castilla), un país de países (Francia), una cultura de culturas (Occidente), una comunidad de comunidades (Reino Unido), ¿no puede haber una nación de naciones?». A modo de incentivo añadido de un debate que está en la calle, el diario barcelonés La Vanguardia , deja en el aire de su página web esa especie de silogismo al que cualquier despistado, o enfermo de ingenuidad, podría responder: ¡Pues claro!. Pues no, oiga. No son cuestiones comparables y no lo son por una cuestión fundamental: porque, en los casos citados, (corramos un tupido velo sobre la bobada de «tierra de tierras» que aquí chirría), lo que no está en juego ni en discusión es una firme y asumida lealtad; algo que aquí seguimos teniendo en cuarentena. Todos, comenzando por los alemanes, tienen claro qué es Alemania, quiénes son, y que van juntos a donde quiera que sea. Y si hablamos de Francia, sólo cabe una sonrisa conmiserativa: «¿país de países?»; nada de eso: una gran nación confiada en sus posibilidades y abierta al mundo. Y el Reino Unido... Que Escocia o Gales tengan un sentimiento de pueblo singular muy acendrado, o que dispongan de selecciones nacionales, no esconde la realidad de que, en un momento dado, son todos una piña en esa «comunidad de comunidades». Sin duda aquí arrastramos muchos prejuicios y fobias a veces absurdas e injustas pero, dicho eso, también es cierto que, en el camino de la construcción de esa lealtad esencial, a Cataluña, y no digamos al País Vasco, les queda mucho por hacer y demostrar. Hoy toca lealtad; a ver si es verdad.