EL BALCÓN DEL PUEBLO
Un viaje político muy difícil
A ESTA hora, cuando acaban de encenderse las farolas para ahuyentar a las sombras, todavía no sé cuál ha sido el desenlace de la entrevista entre Mariano Rajoy, presidente del PP nacional, y Josep Piqué, responsable máximo del partido azul en Cataluña. Una reunión importante, en la que está en juego la continuidad de Josep Piqué como líder del PP catalán después de la enésima desautorización recibida por parte de Ángel Acebes, quien además de secretario nacional del partido conservador, es el máximo representante de José María Aznar dentro del PP y yo diría que también máximo dirigente de la extrema derecha española. Una extrema derecha que también se acurruca, aunque sea en porcentaje menor, en los nidos de la gaviota. Si Josep Piqué, finalmente aburrido, tira la toalla, significaría que el Partido Popular se queda sin referentes en Cataluña, la segunda Comunidad española por población, donde caería prácticamente en la marginali dad. Pero, sobre todo, significaría que dentro de este Partido Popular no hay sitio para las posiciones de centro/derecha. O de derecha moderna y civilizada, que es lo mismo. Hace unos días -¿fue el domingo, tal vez?- el periódico que desde hace más tiempo y de forma más seria representa a la derecha española -léase ABC- le pedía a Mariano Rajoy en su editorial que iniciara el viaje al centro. Es decir: precisamente lo que Ángel Acebes y Eduardo Zaplana cortan de raíz en todo momento. Ahora han forzado que Mariano Rajoy plantee un referéndum en toda España sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Una vez más, en lugar de prepararse para ir al Parlamento a debatir y proponer constructivamente, la única estrategia es la descalificación y el obstruccionismo. Es comprensible que en la cúpula del PP estén irritados por el pacto PSOE/CiU para un Estatut plenamente constitucional. Un pacto que les priva, además, de utilizar la muletilla del líder de Esquerra Republicana, Carod-Rovira, y de un potencial a liado en el futuro como sería Artur Mas si hubiesen sido hábiles. Pero los «Acebes» de turno, en lugar de reflexionar sobre sus errores de cálculo, arremeten como elefantes irritados intentando destrozar la cacharrería. Hasta ahora, para los «Acebes» de turno, más importante que España, que Cataluña o la Constitución, era acosar y derribar al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Pero e escenario político ha cambiado. Y eso explica la desautorización desabrida e inmisericorde a Josep Piqué. Para los «Acebes» lo importante ahora es controlar la Convención popular del mes de marzo. Si consiguen aburrir y callar a los Piqué, Ruiz Gallardón, Camps, Núñez Feijóo, etcétera, seguirán controlando el partido. En ese caso, la Convención de marzo, en lugar de servir para viajar al centro como pedía el editorial del periódico conservador, podría convertirse en un responso por el liderazgo de Mariano Rajoy, al que habrán usado como a un peluche.