¿Casualidad?

NO RESULTA curioso que una comunidad de nueve provincias como la nuestra se haya vertebrado por medio de autovías, que unen cada capital con la supuesta capital autonómica. Y es que muchas de esas pequeñas capitales llevan ya muchos años unidas a Valladolid por dos carriles, otras se han unido recientememente y en un par de casos (Soria y Segovia) dichas vías rápidas están construyéndose y serán una realidad no tardando mucho. Pero ¿qué sucede con León?, precisamente la provincia de mayor población de la comunidad cuando ésta se constituyó. León sigue esperando, como el arpa de Bécquer, la mano que actúe y ponga fin a tanto aislamiento. Y esto ocurre así, cuando precisamente en su trazado hay, por ambos extremos, lugares o localidades de gran afluencia, me atrevería a decir que la mayor (si descontamos la dirección Palencia-Burgos, ya que la primera de estas ciudades es también dormitorio para trabajadores en Pucela) que se da entre Valladolid y otra capital. Ir hasta Villanubla por un lado y hasta Santas Martas por el otro se hace cada día más penoso, pero parece que nadie quiere darse cuenta. Si en algún tramo se necesita doble carril es, sin duda, en esos dos y sin embargo pasarán, no digo más de mil años -como dice la canción- pero sí muchos hasta que se pueda utilizar esta necesaria autovía. En estas dos décadas largas de retraso se han ido a vivir a Valladolid unos 45.000 leoneses. ¿Habría la misma cifra si la autovía se hubiera construido hace mucho tiempo? ¿Puede ser una casualidad?