En busca de la parcela perdida

RESULTA obvio que todo proyecto urbanístico, para su realización, precisa disponer de los terrenos adecuados, conocer sus características, situación legal y, lógicamente, sus propietarios. En este sentido, y como la concejala de Urbanismo nos ha prometido luz y taquígrafos en el tema de párking de Hospitales, usos terciarios y Plan Ventas Oeste, como simple ciudadano y con el único objetivo de ayudar en esta claridad que propugna, quisiera contar una historia que, aunque lejana en el tiempo, sus consecuencias aún perduran. Comienza en 1950, cuando la Junta Provincial de la Campaña de Navidad, presidida por el gobernador civil y en la que colaboraban la Obra Social de la Falange y la Caridad Cristiana de las Autoridades Leonesas, -léase: Ayuntamiento, Diputación, Gobierno Civil y Obispado-, decidió emplear los fondos de dicha campaña en la construcción de viviendas para familias numerosas y necesitadas. Así se realizó y, sobre una parcela de terreno turístico -no urbanizable- adquirido por el Ayuntamiento para tal fin, entre 1951 y 1955 se construyeron dos pequeñas escuelas, la iglesia con su casa rectoral y 106 viviendas -las llamadas Casas del Aguinaldo- que fueron adjudicadas a otras tantas familias a las que se concedió «el disfrute del derecho real de habitación», con la condición expresa de no poder enajenar, arrendar ni subarrendar las mismas, ni dedicarlas a usos inmorales ya que la nuda propiedad correspondía al Ayuntamiento. Esta situación de precariedad se mantuvo hasta el año 1983 en el que, tras nueve años de gestiones y obtenida la autorización del Ministerio del Interior, se consiguió la total propiedad del suelo y vivienda para los beneficiarios por el procedimiento de accesión invertida, formalizándose las correspondientes escrituras ante el notario Eugenio de Mata Espeso. En estos documentos públicos, el entonces alcalde Juan Morano Masa manifiesta: que el Ayuntamiento de León es dueño, en concepto de bien de propios, de una finca urbana en Valdemora -Casas del Aguinaldo- con una superficie de 44.935 m 2 , de los cuales son cubiertos 12.634,40 m 2 , (se entienden edificados), y el resto es superficie descubierta. Seguidamente asegura: Inscrita: Pendiente de inscripción. Título: Compra-venta, sin que conste en el inventario de bienes del Ayuntamiento el nombre de la persona o corporación de quien se hubiese adquirido. Esta, llamémosla así, anomalía administrativa puede ser admisible en origen dadas las circunstancias del momento, años de posguerra, justificación de propiedades mediante hijuelas, contratos privados escritos o verbales de compra-venta y, especialmente, las peculiares formas de actuación de aquellos alcaldes y concejales digitales de la época. Pero totalmente inadmisible a partir de 1983 cuando en el Ayuntamiento conocieron esta circunstancia que debió ser corregida de inmediato con la debida inscripción en los organismos competentes de la parcela a favor del Ayuntamiento, lo que no se efectuó, pues en información facilitada por la oficina de acreditación catastral en 1999 no figuran terrenos en la zona inscritos a favor del Ayuntamiento de León. Todo ello se agrava si tenemos en cuenta que hoy día aún viven herederos directos del que presume principal vendedor de los terrenos quienes, sin duda, dispondrán de la información y documentación acreditativa de la compra-venta. Con independencia de las dudas más que razonables que puedan existir sobre la construcción posterior en la parcela de distintos edificios públicos, como son la guardería infantil regentada por la Junta y el edificio anexionado al CP Cervantes y hoy abandonado, (recordemos que se trataba de terrenos no urbanizables), así como la fiabilidad que pueda merecer el inventario de bienes del Ayuntamiento, lo que el tema ocupa y preocupa es la ubicación del resto de la finca matriz que no ha sido utilizada y que se estima en varios miles de metros cuadrados. Lógicamente, no seré yo quien se atreva a dar lecciones a los concejales y técnicos del Ayuntamiento sobre la situación y superficie de la parcela restante. Pero, como ha de estar muy próxima al futuro párking de Hospitales e, indudablemente incluida en el Plan Ventas Oeste, es preciso se aclaren todos estos extremos y se señalice el terreno como propiedad municipal. Tan sólo deseo aportar dos datos significativos: la superficie que ocupan las 106 viviendas, que es de 9.418 m 2 y la de los edificios de uso público, que es de 3.216 m 2 . Lo que resulta verdaderamente irrisorio es que actualmente se pretenda condecorar a los alcaldes y concejales que, por ignorancia o desidia, han permitido que estas «chapuzas», y quizá otras que se desconocen, hayan persistido en el tiempo. Personalmente, en lugar de medallas, les impondría unos buenos escapularios de algún santo milagrero que, a base de jaculatorias, nos ayudase a encontrar esta parcela perdida y, de paso, evitase que algún pariente del fantasma Cándido o alguna, no tan cándida ni tan fantasma, S.L. de ladrillos y pladures pudieran aprovecharse de unos terrenos propiedad de todos los leoneses.