Tabaco: guerra de precios
LOS TABAQUEROS intentan impedir, mediante una hábil política de precios, que desciendan el consumo de tabaco y sus beneficios por mor de la nueva normativa española: mientras que la compañía autóctona Altadis anunciaba el miércoles un encarecimiento de sus principales marcas, el gigante estadounidense Philip Morris ha reaccionado a la subida de impuestos aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros con una bajada radical de precios: Marlboro y Chesterfield costarán a partir de ahora 40 céntimos menos, es decir 2,35 euros y 2 euros la cajetilla, con descensos del 14,5% y 16,6% y L&M pasa a costar 1,75 euros frente a los 2,20 que valía hasta ahora. Está claro que ni los Estados europeos que optan por combatir el tabaquismo ni la propia Comisión Europea pueden consentir este juego.